Hoy El País publica una entrevista con el candidato del PSOE. En un momento en que España tiene 5 millones de parados -somos el país de Europa con un mayor índice de desempleo- y mientras los economistas tachan de “dramática” la situación de nuestro país (ayer nuestra prima de riesgo alcanzó los 500 puntos, algo muy alarmante y que ha tenido como efecto que tengamos que pagar un 7% de interés por nuestra deuda, algo que no pasaba desde 1997), Rubalcaba presta atención a sus cosas: “lo que de verdad me preocupa es que la derecha se alce con el poder absoluto”.
Sorprende que se haya vuelto repentinamente partidario del poder limitado un señor que hace ahora dos años amenazó a un diputado de la oposición diciéndole “veo y escucho todo lo que haces”, tras las protestas de ese diputado en el Congreso por el uso irregular que estaba haciendo el gobierno del SITEL, un sistema que permite espiar con facilidad las comunicaciones privadas de cualquiera. Se trata del mismo Rubalcaba cuyo gobierno tuvo la osadía de redefinir la vida humana hace un año para ajustarla a sus conveniencias políticas, negando en una respuesta parlamentaria que abortar sea matar a un ser humano, lo cual además de una mentira es un brutal atentado contra la ciencia, la razón y el sentido común. Se trata del mismo Rubalcaba que formaba parte de la ejecutiva del PSOE cuando el 14 de diciembre de 2003 los socialistas firmaron el Pacto del Tinell para aislar al PP e impedir que pudiese llegar a gobernar. Que ese mismo Rubalcaba predique ahora contra un supuesto “poder absoluto” de la derecha no es más que el enésimo gesto de cinismo de un político que, según los sondeos, podría llevar este domingo al PSOE a su peor derrota electoral.
Lo que desde luego no me sorprende es que a Rubalcaba no le preocupen “de verdad” los millones de personas empobrecidas por culpa de su gobierno, pues lejos de rectificar las recetas ideológicas que han provocado esta desastrosa situación, el candidato del PSOE aspira a apagar el fuego echándole encima más gasolina, es decir, a base de más socialismo. Sin ir más lejos, en un mitin ayer en Barcelona Rubalcaba se refirió a Zapatero como el “modelo” de presidente que él quiere ser. No imagino declaración más propicia para el PP en el penúltimo día de la campaña electoral, y es que Rubalcaba pone como modelo a seguir a un inepto cuyas mentiras e incompetencia en materia económica han llevado a España a un escenario nunca visto en materia de paro, recesión y endeudamiento público, escenario cuyos efectos tendremos que sufrir, muy posiblemente, durante lustros. Desde luego, Rajoy no podría desear un rival más torpe que don Alfredo. Ha conseguido que al candidato del PP le baste con hacer una campaña de perfil bajo y esperar a que el PSOE se despeñe él solito. Si tenía ciertas dudas del tortazo electoral que se va a pegar el PSOE el domingo, esa entrevista que concede hoy Rubalcaba a El País y el mitin que dio ayer las despejan por completo.
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