“Los derechos se conquistan y no disfrutarlos supone un retroceso”. Ésta es la valoración de Carmen Montón que publicó el viernes El País a propósito de la renuncia de Soraya Sáenz de Santamaría a disfrutar de su permiso de maternidad.
Confieso que la declaración de la señora Montón me inquieta, pues ha sido una de las diputadas del PSOE más implicadas en la elaboración de la ley que promovió su partido el año pasado para convertir en “derecho” algo tan atroz como matar a los niños y niñas no nacidos en el comienzo de sus vidas. La propia diputada socialista lo ha planteado así en no pocas ocasiones. A modo de ejemplo, en un chat en Elpais.com el 19 de Diciembre de 2008 Montón se refirió al aborto como “derecho a interrumpir el embarazo”, un siniestro y manipulador eufemismo con el que los abortistas disfrazan el hecho de matar y descuartizar a un bebé en el vientre materno. El 2 de febrero de 2009 Montón se refirió al “derecho a abortar” atribuyendo a la sanidad pública el deber de garantizarlo, una tesis nada novedosa, pues nos devuelve a los oscuros tiempos en los que el Estado asumía la función de ejecutar a los que estorbaban.
La maternidad es cosa de ultraderechistas, según las feministas del PSOE
Si aplicamos la máxima de la señora Montón publicada por El País el viernes, según la cual no ejercer un derecho constituye un retroceso, ¿considerará la señora Montón que es un retroceso que Soraya Sáenz de Santamaría haya tenido a su hijo? El caso es que, según El País, la señora Montón es “madre de un bebé de seis meses”. ¿Será también un retroceso que ella misma no abortase, renunciando así a ejercer lo que ella misma ha calificado reiteradamente como un “derecho”? La pregunta, tratándose del PSOE, no es baladí: en agosto de 2009 una diputada autonómica gallega del PSOE, Laura Seara, dio a entender que ayudar a las madres sin recursos a tener a sus hijos es propio de “ultraderechistas”. Por lo visto semejante lindeza le pareció una feliz ocurrencia a la cúpula socialista, porque cuatro meses después la nombraron presidenta del Instituto de la Mujer. Lejos de ser un hecho aislado, cuando el gobierno gallego anunció en febrero de 2011 un plan de ayuda a la maternidad que asiste a las mujeres embarazadas que quieran dar a luz a sus hijos, otra parlamentaria gallega del PSOE, Beatriz Sestayo, acusó al ejecutivo de Feijóo de “exportar a Galicia el modelo familiar de la ultraderecha”. Si ser madre es cosa de ultraderechistas, según el PSOE, ¿tener un bebé de seis meses convertirá a Carmen Montón en una “ultra”?
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