Cuidado con las encuestas electorales

Los formidables resultados que otorgan al PP las encuestas para las elecciones del próximo domingo han hecho que me acuerde de lo ocurrido hace 15 años. Me he decidido a buscar en las hemerotecas de los escasos diarios españoles que ofrecen en abierto sus ediciones de 1996. Lo que he encontrado me ha recordado en cierta medida lo que estamos viviendo ahora. Esto decían las encuestas publicadas por El Mundo, El País, Abc y La Vanguardia a una semana de las elecciones generales del 3 de marzo de 1996:

• El Mundo: PP, 170-179 escaños; PSOE, 113-123 escaños.
• El País: PP, 170-178 escaños; PSOE, 118-128 escaños.
• Abc: PP, 176-184 escaños; PSOE, 117-125 escaños.
• La Vanguardia: PP, 160-170 escaños; PSOE, 135-145 escaños.

Como podéis ver, la encuesta del diario catalán era la única que no contemplaba una posible mayoría absoluta del PP. Las urnas, sin embargo, dieron este resultado: PP, 156 escaños; PSOE, 141 escaños. Aznar se quedó 20 escaños por debajo de la mayoría absoluta. El PP obtuvo menos escaños de los que le otorgaba la menos favorable de las encuestas, mientras que el PSOE se situó por encima de la media de la horquilla que dio La Vanguardia, que era la encuesta más benévola con la que contaban en Ferraz.
¿Significa esto que las encuestas suelen ser perjudiciales para el PP? Pues no. De hecho, una semana antes de las elecciones generales del 12 de marzo de 2000 los citados medios daban los siguientes pronósticos:

• El Mundo: PP, 164 escaños; PSOE, 160 escaños.
• El País: PP, 165-171 escaños; PSOE, 131-139 escaños.
• Abc: PP, 158-164 escaños; PSOE, 138-144 escaños.
• La Vanguardia: PP, 166-170 escaños; PSOE, 136-140 escaños.

En aquella ocasión las urnas dieron este resultado: PP, 183 escaños; PSOE, 125 escaños. El PSOE obtuvo un resultado aún peor del que le auguraba la menos favorable de las encuestas, mientras que el PP superó con mucha diferencia los sondeos más optimistas.
Obsérvese que en ambos casos el partido del gobierno obtuvo mejores resultados que los augurados por las encuestas, una tendencia que se rompió en las elecciones generales de 2004 a causa de los atentados del 11-M y del uso descarado que hizo el PSOE de los mismos. A modo de ejemplo, una semana antes del 11-M El País otorgaba al PP una mayoría simple con una ventaja de más de 30 escaños sobre el PSOE. Otras encuestas (CIS, Vocento, El Mundo, Cadena SER) dieron resultados similares a favor del PP. Las urnas, sin embargo, dieron la victoria al PSOE con 164 escaños, quedándose el PP con 148.
Veremos qué pasa este domingo, pero la euforia demoscópica del PP apunta a que podríamos ver otro escenario como el de 1996, aunque ahora el resultado sea más generoso para Mariano Rajoy de lo que entonces lo fue para José María Aznar. La mayoría absoluta del PP puede no estar tan asegurada como creen en Génova 13. Y es que el gran problema de la campaña de “perfil bajo” del PP es que no queriendo movilizar el voto de izquierdas, corre el riesgo de desmovilizar al voto de derechas.