viernes, 7 de octubre de 2011

Cadena SER


Carlos Carnicero. Cadena SER
 
 Por cumplir mi compromiso de transparencia, citaré brevemente lo ocurrido.
 Desde hace aproximadamente tres semanas, tenía una cita con el nuevo
 director de informativos de la Cadena Ser , Antonio Hernández Rodicio.
 La cita se aplazó del 7 al 18 de Julio por mi retraso en llegar a
 Madrid desde una estadía relativamente prolongada en Argentina. Se
 celebró  en una cafetería de la Gran Vía de Madrid
 Le pregunté por su familia, porque se está trasladando a Madrid. Él y
 yo no nos conocíamos. Fue al grano. Me dijo que lamentaba que nos
 conociéramos en esas circunstancias. Me dijo que la Cadena Ser , en la
 próxima temporada, no iba a contar conmigo. Le pregunté tranquilamente
 el motivo. Me dijo que iban a hacer una renovación de contertulios.

 ¿Después de 17 años, me echáis porque vais a hacer una renovación?

 Le pregunté directamente si mi despido tenía que ver con la campaña
 electoral de Rubalcaba, a quien tanto quiere y tanto apoya el Grupo
 PRISA. “¿Cómo puedes pensar eso?”, me dijo.

 Le dije a Antonio Hernández Rodicio que si no me iba a decir la
 verdad, no teníamos nada más que hablar. Lo que tuvieran que decir, lo
 dirían mis abogados.
 Y así terminó la reunión sobre mi despido. Me dio tiempo a dar un
 sorbo de mi botella de agua mineral con gas. Eran las doce cuarenta y
 cinco del mediodía y hacía mucho calor en la calle.

 Dos horas después almorzaba en la Gran Pulpería , en el centro de
 Pozuelo, con un buen amigo al que hacía mucho tiempo que no veía. Sonó
 el teléfono y era el móvil personal de Alfredo Pérez Rubalcaba.

 El candidato socialista me informó que le había llamado el director de
 informativos de la SER para comunicarle la versión que yo le había
 verbalizado sobre mi despido. El candidato me dijo que él no había
 tenido nada que ver con mi salida de la SER. Y que bastantes problemas
 tenía ya. Me dio sus condolencias y me dijo que sabía que podía contar
 con él.

 Le mostré mi extrañeza porque el director de informativos de la Cadena
 Ser le llamara para informarle de los detalles de una conversación que
 había tenido conmigo para despedirme

 Nada más.

 Ayer me tocaba tertulia en la SER por la noche. Llamé a la emisora
 para preguntar si había alguna alteración sobre los planes. Marçal
 Serrats, el productor me confirmó mi presencia en el programa.

 Una hora más tarde, la misma persona me llamó para decirme que por fin
 no tenía que ir a la radio ayer.

 Llamé a Antonio Hernández Rodicio. Le dije directamente que no podía
 entender su dependencia de Rubalcaba y su falta de profesionalidad
 para informar al candidato del PSOE y ex vicepresidente del Gobierno
 de los detalles de mi despido y de mis referencias hacia la persona de
 Rubalcaba.

 No supo que decir. Balbuceó unas frases, me dijo que no le había
 permitido expresarse y me confirmó que ya nunca más iría a ningún
 programa de la SER: ni a la Ventana ni a Hora 25.

 Por la noche me llamó otra vez Rubalcaba para pedirme que no hiciera
 pública la llamada que me había hecho a las tres y media de la tarde, pues
 podia tener serios problemas. Tambien me dijo, que no volviera a nom-
 brarlo para nada en lo sucesivo, pues tengo metodos y modos para que no
 salgas mas en la SER e incluso para hacerte desaparecer. Me colgó.
 He decidido que no me voy a callar nada. Me imagino que tanto Alfredo
 Pérez Rubalcaba como Antonio Hernández Rodicio saben cómo quedan
 retratados en este relato. No puedo hacer nada mas que relatar lo que ha
 ocurrido, espero no desaparecer por contarlo, pero creo que tengo que
 contarlo, que todo el mundo sepa como estamos, como en Cuba o Vene-
 zuela.

 No tengo nada más que contar. Esa es la forma y el fondo en que la
 Cadena Ser me ha despedido después de 17 años continuos en antena.

               Carlos Carnicero

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