Las advertencias y los expedientes del Tribunal de Cuentas a los municipios por el desordenado crecimiento de los organismos de todo tipo que han creado y por la práctica de escurrir el bulto en la contratación de personal y de servicios esquivando las normas no sirven de mucho.
Los ayuntamientos tienen una administración paralela que se resume en más de 3.400 entidades con distinta naturaleza jurídica y que responden a un casi interminable e inclasificable catálogo de actividades.
La selva burocrática municipal entra en contradicción además con la persistente denuncia de las corporaciones locales de que sus presupuestos están gravados por un porcentaje muy elevado de gastos que correspondería hacer a otras Administraciones, preferentemente las autonómicas y que asumen los ayuntamientos. Este porcentaje oscila entre el 23,6% del presupuesto del Ayuntamiento de Madrid, o el 27,65% que soportan, según un estudio reciente, los municipios de las Islas Baleares o la media del 26,7% que cifra el Instituto de Economía de Barcelona dependiente de la Diputación provincial.
Según cálculos recientes, para el conjunto de los municipios españoles, estos gastos impropios podrían alcanzar algo más de 9.000 millones de euros anuales, destinados a actividades como seguridad y protección, cultura, promoción social, sanidad y educación.
Sin embargo, estas actividades impropias no son excusa para la existencia y crecimiento desmesurado en los últimos años de organismos, entidades y empresas públicas, ya que, revisando el ámbito de gestión de los mismos en los principales ayuntamientos, no se puede deducir que la causa de este desbordamiento sea la atención de esos servicios no obligatorios.
El censo de organismos, cifrado en cerca de 3.400, se compone de 1.751 organismos autónomos dependientes de todos los municipios de España. Entre las diez primeras poblaciones españolas, que totalizan 392 entes públicos municipales, los organismos autónomos no son la fórmula predominante, ya que la exigencia de control presupuestario y las normas de contratación no son las más flexibles. La preferida por estos grandes municipios es la de sociedades mercantiles, que en el conjunto de España son 1.571 y que en los grandes municipios es la fórmula, con diferencia, más utilizada, 145.
Otras fórmulas jurídicas de esta actividad paralela profusamente utilizadas son las fundaciones y los consorcios, que también dan cabida a diversidad de actividades, algunas de ellas ciertamente exóticas. Entre las diez primeras poblaciones las fundaciones municipales se elevan a 90 y los consorcios a 89.
Sabadell, con 43 entes dependientes del municipio, Cornellá, con 25 o Badalona, con 38, contrastan con la más prudente de los municipios madrileños, como Getafe, con 13 organismos; Alcalá de Henares, con 11; Móstoles, con 8; Alcorcón y Leganés, con 6 cada uno.
También en Andalucía son prolíficos los ayuntamientos medianos, donde destaca Marbella, que cuenta con 34 organismos, casi los mismos que la capital provincial de Málaga (que tiene 36). Estepona cuenta con 21 entes municipales. En ambos casos la preferencia por las sociedades mercantiles es manifiesta.
No deja de ser frecuente también la existencia de sociedades anónimas deportivas que alimentan a equipos profesionales de fútbol, de baloncesto, de balonmano, jockey.
Junto a empresas u organismos dedicados a los inevitables servicios funerarios, hay una inmensidad de entes públicos destinados al ocio y el deporte, desde campos de golf a polideportivos; desde zoológicos y parques de atracciones a orquestas y bandas de música; desde teatros y auditorios a hoteles. No escasean en las comunidades bilingües los organismos que colaboran en la inmersión lingüística ni se cortan en crear agencias de calidad con el marchamo local. Entre las fundaciones, también se da la misma variedad temática, algunas como Kaleidos Red o Ciudades del AVE, que se repiten en múltiples municipios.
Empresas públicas para eludir los controles
Los ayuntamientos tienen una administración paralela que se resume en más de 3.400 entidades con distinta naturaleza jurídica y que responden a un casi interminable e inclasificable catálogo de actividades.
La selva burocrática municipal entra en contradicción además con la persistente denuncia de las corporaciones locales de que sus presupuestos están gravados por un porcentaje muy elevado de gastos que correspondería hacer a otras Administraciones, preferentemente las autonómicas y que asumen los ayuntamientos. Este porcentaje oscila entre el 23,6% del presupuesto del Ayuntamiento de Madrid, o el 27,65% que soportan, según un estudio reciente, los municipios de las Islas Baleares o la media del 26,7% que cifra el Instituto de Economía de Barcelona dependiente de la Diputación provincial.
Según cálculos recientes, para el conjunto de los municipios españoles, estos gastos impropios podrían alcanzar algo más de 9.000 millones de euros anuales, destinados a actividades como seguridad y protección, cultura, promoción social, sanidad y educación.
Sin embargo, estas actividades impropias no son excusa para la existencia y crecimiento desmesurado en los últimos años de organismos, entidades y empresas públicas, ya que, revisando el ámbito de gestión de los mismos en los principales ayuntamientos, no se puede deducir que la causa de este desbordamiento sea la atención de esos servicios no obligatorios.
El censo de organismos, cifrado en cerca de 3.400, se compone de 1.751 organismos autónomos dependientes de todos los municipios de España. Entre las diez primeras poblaciones españolas, que totalizan 392 entes públicos municipales, los organismos autónomos no son la fórmula predominante, ya que la exigencia de control presupuestario y las normas de contratación no son las más flexibles. La preferida por estos grandes municipios es la de sociedades mercantiles, que en el conjunto de España son 1.571 y que en los grandes municipios es la fórmula, con diferencia, más utilizada, 145.
Otras fórmulas jurídicas de esta actividad paralela profusamente utilizadas son las fundaciones y los consorcios, que también dan cabida a diversidad de actividades, algunas de ellas ciertamente exóticas. Entre las diez primeras poblaciones las fundaciones municipales se elevan a 90 y los consorcios a 89.
No sólo los grandes
No sólo los grandes ayuntamientos son proclives a la creatividad burocrática. También los municipios medianos usan y abusan de estos entes, sea el que sea el color político de los respectivos ayuntamientos. Aunque sí se ve en perspectiva nacional, Cataluña, y especialmente los municipios de la provincia de Barcelona, donde existe una mayor propensión a adoptar estas fórmulas.Sabadell, con 43 entes dependientes del municipio, Cornellá, con 25 o Badalona, con 38, contrastan con la más prudente de los municipios madrileños, como Getafe, con 13 organismos; Alcalá de Henares, con 11; Móstoles, con 8; Alcorcón y Leganés, con 6 cada uno.
También en Andalucía son prolíficos los ayuntamientos medianos, donde destaca Marbella, que cuenta con 34 organismos, casi los mismos que la capital provincial de Málaga (que tiene 36). Estepona cuenta con 21 entes municipales. En ambos casos la preferencia por las sociedades mercantiles es manifiesta.
Catálogo de actividades
Ya se ha dicho que la creatividad municipal desborda cualquier sistematización sobre la dedicación de estos organismos. Hay actividades como el urbanismo y la gestión del suelo que aparecen con profusión en todos los paneles. Pero también son abundantes, por no decir casi generales, las sociedades mercantiles dedicadas a televisiones y radios municipales.No deja de ser frecuente también la existencia de sociedades anónimas deportivas que alimentan a equipos profesionales de fútbol, de baloncesto, de balonmano, jockey.
Junto a empresas u organismos dedicados a los inevitables servicios funerarios, hay una inmensidad de entes públicos destinados al ocio y el deporte, desde campos de golf a polideportivos; desde zoológicos y parques de atracciones a orquestas y bandas de música; desde teatros y auditorios a hoteles. No escasean en las comunidades bilingües los organismos que colaboran en la inmersión lingüística ni se cortan en crear agencias de calidad con el marchamo local. Entre las fundaciones, también se da la misma variedad temática, algunas como Kaleidos Red o Ciudades del AVE, que se repiten en múltiples municipios.
Empresas públicas para eludir los controles
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