domingo, 21 de noviembre de 2010

El Gobierno ZP: de resbalón en resbalón hasta el batacazo final

El Gobierno de la Comunicación montado por Rubalcaba lleva un mes de constantes metidas de pata.
El Sahara, con un PSOE que no condena la acción de Marruecos, lío de los funcionarios y caos por el futuro de ETA.

El Sahara, con un PSOE que no condena la acción de Marruecos, el lío de los funcionarios o el caos por el futuro de ETA han sido muestras de que la descoordinación sigue instalada en el gabinete de Zapatero.
El 20 de octubre de 2010 pasará a las hemerotecas como el día en que Zapatero ejecutó otra remodelación de su Gobierno adelgazando la estructura administrativa hasta quince ministerios.
De los mensajes que llamaron la atención ese miércoles, cundió el de que el jefe del Ejecutivo se saltaba a la torera su tan manido lema de la paridad (hay un ministro, varón, más) y, en especial, la insistencia del dirigente socialista en que la «comunicación» fuese el «leit-motiv» inspirador de su nuevo gabinete.
La explicación de la acción, porque la acción, vino a decir, ya estaba hecha (con la reforma laboral aprobada, en vías de tramitar la de pensiones y el ajuste antidéficit tan polémico en mayo ya asentado).
Pasado un mes de ese giro en la imagen gubernamental y como subraya Erika Montañes en ABC, se ha evaporado el 'efecto Rubalcaba', el ministro Jauregui no aparece por lado alguno y se acumulan los desastres 'comunicativos':
-El despropósito del Sahara: Un PSOE irreconocible, prosaharaui desde siempre, acumula desde el asalto marroquí el 8 de noviembre al campamento de el Aaiún, una serie de declaraciones ambiguas y ni siquiera ha sido capaz de denunciar las violaciones de los derechos humanos en la zona.
-Batasuna, Rubalcaba ordena callar y nadie lo hace: El nuevo Gobierno ha mostrado una grave descoordinación y parece pillado a contrapié por el bocazas de Eguiguren.
-Funcionarios, salario ligado a productividad: Valeriano Gómez, el reciente ministro de Trabajo, fue preguntado solo 4 horas después, por las palabras de Manuel Chaves, al sugerir que el Gobierno estudiaba ligar el salario de los funcionarios con su productividad. Gómez no tenía ni idea, dijo literalmente, de que eso estuviese sobre la mesa.
-Empleo público y paro: Un día despues de que la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre del año diera que el número de parados bajó en 70.800 personas, se supo que esa cifra era el resultado de crear 90.000 empleos públicos .
-Olvido de las pensiones: El desasosiego le llegó a Valeriano Gómez cuando en el Pleno de Presupuestos celebrado esta semana saltó la sorpresa y una enmienda de Izquierda Unida se salvó del aluvión de vetos del Gobierno de Zapatero contra la congelación de pensiones. ¿La razón? Un olvido de Moncloa.

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