El cordobés Manuel Terrín gana el Premio de Relatos Diario de León

Rincones fecundos de Sierra Morena
donde duerme el tiempo y el alma es más alma.
Manuel Terrín Benavides (escritor montoreño)

El escritor de 79 años es el que más premios literarios acumula del mundo, 1.720

Tiene 79 años y es el escritor en lengua española más premiado del mundo. Manuel Terrín Benavides sumaba ayer un nuevo galardón a los 1.719 que ha cosechado en los últimos 40 años, tras alzarse con el Premio de Relatos Diario de León. El escritor y poeta cordobés, que actualmente reside en Albacete, ha ganado esta 25 edición del certamen con el cuento titulado La venganza, publicado el 23 de mayo en el suplemento Filandón e ilustrado por Gómez Domingo.
El jurado otorgó por unanimidad el premio -"dotado con 2.500 euros y un trofeo-", por considerar que se trata de «un relato inquietante que, en su concisión, actualiza un léxico rural muy rico y expresivo; en él queda dignificado el tópico de la venganza contra el poderoso». El autor conoce en profundidad el mundo rural. Hijo de una familia de agricultores de Montoro (Córdoba), él mismo trabajó de niño en el campo, aunque acabó dejando la azada para estudiar en la Escuela de Especialistas de La Virgen del Camino.
El jurado, presidido por Adriana Ulibarri, consejera del Diario de León, estuvo integrado además por Pablo R. Lago, director del periódico, los críticos del suplemento Filandón José Enrique Martínez, Marta Prieto y Nicolás Miñambres, y el coordinador del citado suplemento literario, Alfonso García, que actuó como secretario.
A esta 25 edición del Premio de Relatos del Diario de León concurrían 846 originales, procedentes de toda España y prácticamente de todos los países de Latinoamérica, así como de Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos e Israel.

Una vida de cuento. Terrín Benavides lleva cuatro décadas presentándose a premios de poesía y cuentos porque con la pensión de capitán no le llega para sufragar los gastos de un hijo enfermo. Ha acumulado tantos trofeos que en casa no le caben. «Se los he dado al Archivo Municipal de Montoro, pero tampoco ya les entran más». Era la cuarta vez que Terrín optaba al certamen del Diario y le resulta increíble haberlo ganado teniendo «nada menos» que 845 «rivales».
Confiesa que de León conserva muy buenos recuerdos. Corrían los años cincuenta y él tenía un empleo en la base aérea. «Entonces me hacía corriendo el trayecto entre La Virgen y León».
Pese a la gran cantidad de premios que posee y que según la prensa norteamericana le convierten en el escritor más laureado de la literatura española, recuerda todos y cada uno de ellos. «Del Premio de Bembibre guardo un grato recuerdo. Comí un botillo riquísimo», dice. También ha ganado el Premio Ciudad de Ponferrada y el de poesía de La Bañeza.
Cuenta que todo comenzó al ganar la Camelia de Plata. «Me dije: valgo para esto». Desde entonces, no ha parado de escribir y de recibir premios. Tiene publicados una veintena de libros de cuentos y de poesía. Confiesa que «la poesía se me da mejor, aunque mis cuentos son también poéticos».
Es un auténtico autodidacta. «No me he movido en ambientes cultos». Pero eso sí, es un gran lector. «Leo mucho. Sin embargo, me estanqué en El Quijote. Nada de lo que he leído después me ha llenado como ese libro». Algo parecido le ocurre con la poesía. «Me gustan los clásicos y, más que nada, las Coplas, de Jorge Manrique».
A Terrín, que también se ha lanzado a la «caza» de premios al otro lado del Atlántico -"acaba de ganar el premio Lincoln de Miami-", le resulta chocante que le premien décimas, sonetos cuando lo clásico está tan devaluado.

Nació en Montoro (Córdoba) en 1931. Ahora reside en Albacete. Tiene dos hijos. Estudió electrónica aeronáutica en La Virgen del Camino. Posee 1.720 premios literarios. Según la prensa norteamericana es el escritor en lengua castellana más laureado. Ha publicado una veintena de libros de poesía y narrativa. Su localidad natal ha puesto su nombre a una calle. Le hacía especial ilusión ganar el Premio de Relatos Breves del Diario después de intentarlo en otras tres ocasiones.

Foto:Manuel Terrín Benavides