El aumento de lo que hay que pagar a Hacienda por IRPF se ha producido pese a la reforma fiscal del año 2007, que rebajó el tipo marginal máximo del Impuesto sobre la Renta del 45% al 43%. La causa de este incremento de la presión tributaria individual tiene que ver con lo que los hacendistas denominan subida fiscal en frío, cuando los impuestos crecen como consecuencia del aumento de las bases imponibles (y no de los tipos impositivos) al tratarse de un impuesto progresivo. Hay que tener en cuenta que la renta bruta media por persona y año, según la Agencia Tributaria, se situó en 2004 en 17.301 euros, lejos de los 21.396 euros estimados para 2008, último año con datos disponibles. Los precios subieron durante esos años un 13,5%, lo que significa que apenas hubo ganancia del poderadquisitivo, como señala esta tabla del INE.
El hecho de que el IRPF español sea más elevado que la media comunitaria se explica por la tendencia claramente descendente observada en los últimos años en la UE, donde el tipo máximo ha bajado en nada menos que 7,2 puntos. (6 puntos porcentuales en el caso de la eurozona). Por el contrario, en España se ha pasado de un marginal del 48% al 43% todavía vigente, y que es el que ahora podría subir a nivel estatal (en algunas comunidades autónomas del PSOE ya han anunciado una próxima elevación). De los 27 países de la UE, en 15 el tipo máximo del IRPF es inferior al español, donde además es operativo a partir de unos ingresos relativamente bajos: 53.407 euros brutos al año.
Impuestos para financiar el Estado de bienestar
Incluso en países donde la elevada presión fiscal es una de sus señas de identidad para financiar el Estado de bienestar (el argumento de José Blanco para proponer una subida de impuestos), la tendencia es claramente descendente. En Alemania el tipo marginal máximo ha bajado desde que comenzó la década 6,3 puntos (del 53,8% al 47,5%); en Dinamarca 8,2 puntos (59,7% al 51,5%); en Holanda 8 puntos (del 60% al 52%), mientras que en Francia ha caído en nada menos que 13,2 puntos (del 59% al 45,8%). Suecia rompe la tendencia con una subida del IRPF de 4,9 puntos (del 51,5% al 56,4%).
También frente a lo que se suele creer, el tipo impositivo de Sociedades –el tributo que grava los beneficios empresariales- es más alto en España que en la UE. En el caso español se sitúa en el 30%, por encima del 25,7% estimado para la eurozona y del 23.2% en la UE a 27. Como sucede en el caso del IRPF, la causa de esta distancia tiene que ver el hecho de que en la inmensa mayoría de los países europeos se ha producido una tendencia claramente descendente en el Impuesto de Sociedades, hasta el punto de que ha bajado en 9,2 puntos porcentuales en la eurozona y 8,7 puntos en la UE a 27. Por el contrario, en España el descenso ha sido de cinco puntos (del 35% al 30%). El caso de Alemania es el más relevante toda vez que allí las empresas han pasado de pagar un 51,6% por sus beneficios a un 29,8%, lo que significa una reducción de nada menos que de 21,8 puntos porcentuales.
En el único tributo en que la fiscalidad española es claramente inferior a la comunitaria es el IVA. En este documento publicado hace justo un mes por Bruselas –y actualizado al 1 de julio de este año- se pone de relieve que de los 27 países europeos, en sólo cuatro el tipo normal del Impuesto sobre el Valor Añadido es inferior al español (Chipre, Luxemburgo, Reino Unido y Malta). En el resto es superior, con un máximo del 25% que marcan Dinamarca, Suecia y Hungría. En el tipo de IVA reducido, que se sitúa en el 8% desde el pasado 1 de julio, España se sitúa en niveles medios, aunque en este caso las comparaciones son difíciles de realizar ya que hay gran dispersión. En Suecia o Bélgica, por ejemplo, el tipo medio del IVA (según productos) se mueve dentro de una horquilla que va entre el 6% y el 12%.
Menos empleo, más economía sumergida
¿Quiere decir esto que la presión fiscal total -no la individual- es más alta en España que en la media de la Unión Europea? En absoluto. Es sensiblemente inferior. Básicamente por una doble razón. Aunque los tipos impositivos son más elevados (tanto en IRPF como en Sociedades) el Estado recauda menos. Por un lado por la caída del empleo –lo que reduce las bases imponibles-, y por otro por el enorme peso de la economía sumergida. La tasa de empleo de España se sitúa en el 59,8% (trabajadores con edades comprendidas entre 16 y 64 años), mientras que en la UE es 5 puntos superior, hasta el 64,7%. Mientras que la mayoría de los estudios sitúan la economía sumergida entre el 20% y el 25% del PIB. Y sólo por eso, los datos más recientes de Eurostat indican que mientras en la eurozona los ingresos tributarios respecto del PIB se situaron en 2008 en un 39,7%, en España se desplomaron hasta el 33,1%, un nivel desconocidos en dos décadas, y que sitúa los ingresos públicos en niveles de los años 80. Y ello pese a que la economía española creció ese año por encima de la UE.
La caída es tan espectacular que de los 27 países miembro, en sólo siete el Estado recauda menos: Estonia, Irlanda, Grecia, Letonia, Lituania, Rumania y Eslovaquia. Es decir, en casi todos los casos países del este de Europa donde la presión fiscal es mínima. En Lituania, por ejemplo, tanto el tipo máximo del IRPF como el de Sociedades son del 15%, un punto porcentual menos que en Rumania; mientras que en Eslovaquia el tipo impositivo de ambos tributos es del 19%.
La menor presión fiscal existente en España, por lo tanto, no tiene nada que ver con la existencia de tipos nominales más bajos -como sugiere el ministro de Fomento- sino con la incapacidad del Estado para recaudar por la caída de la actividad económica. Los datos más recientes de la Agencia Tributaria indican, por ejemplo, que la base imponible agregada (suma del IRPF, Sociedades, IVA e impuestos especiales) se situó en 2009 en 1,15 billones de euros. Es decir, un 6,1% menos que en 2008, año en que se produjo otro descenso del 4,7%. Las rentas brutas de los hogares cayeron un 2,5% (pero nada menos que un -14,2% las rentas del capital y un -11,9% las ligadas a actividades empresariales). Mientras que en Sociedades la caída de las bases imponibles (lo que realmente grava Hacienda) ha sido de un 20,3%. Las bases imponibles han caído también de forma extraordinaria en gasto en compra de vivienda (-36,7%) o consumo de gasolinas (-25,8%), lo que ha mermado la recaudación del Estado.
Dicho en otros términos, la elasticidad de los ingresos respecto del PIB se ha desplomado. Hasta el extremo de que la presión fiscal tributaria (sin cotizaciones sociales e ingresos patrimoniales) ha pasado de representar el 19,1% del producto interior bruto en 2007 al 13,7% dos años más tarde. O dicho en otros términos, la pérdida de recaudación por el desplome de la actividad económica es equivalente a unos 50.000 millones de euros, lo que explica la caída de la presión fiscal. No es, por lo tanto, debido a que los tipos impositivos sean más reducidos que en la UE.
De hecho, el tipo efectivo de los salarios (descontando deducciones y desgravaciones) se situó en 2009 en el 14,74%, por debajo del 15,15% de 2006. El tipo efectivo de las retenciones de las nóminas bajó incluso hasta el 11,42%. En todo caso, muy por debajo del tipo medio nominal, un 24%. En el caso de los consejeros de empresas (cotizadas y no cotizadas)- que en teoría obtienen los mayores ingresos-, el tipo efectivo o real es del 31,18%. Por lo tanto, casi 13 puntos menos que el marginal máximo, convertido en un fetiche fiscal.
Cotizalia.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario