martes, 20 de julio de 2010

Manuel Chaves contra José Antonio Griñán: “A mí no se me hubiera escapado Cajasur”

La decisión del Banco de España (BdE) de adjudicar Cajasur a la vasca BBK, despreciando la oferta presentada por la malagueña Unicaja con el pleno respaldo de la Junta de Andalucía, ha provocado un notable disgusto en las filas del PSOE, convertido en el caso del PSOE-A en algo parecido a un terremoto. El pasado sábado, y en los pasillos de la reunión del Comité Federal del PSOE celebrada en Madrid, el vicepresidente tercero y ex presidente de la Junta andaluza, Manuel Chaves, afirmó categórico ante un grupo de diputados andaluces que “a mí no se me hubiera escapado Cajasur”.


“El PSOE está ahora mismo fracturado por un episodio que ha dejado al actual presidente de la Junta, José Antonio Griñán, seriamente tocado y en una posición de gran debilidad interna”, aseguran a este diario fuentes cercanas al Partido Socialista. “La dirección regional en Sevilla está cabreada con la federal, mientras Manolo Chaves y su anterior equipo echan las muelas con el Gobierno de Griñán”. El crítico más virulento es Gaspar Zarrías, el hombre que más poder llegó a tener en Andalucía bajo los Gobiernos de Chaves, actual secretario de Estado de Cooperación Territorial en Madrid, que ha llegado a decir que “hay que depurar responsabilidades internamente”.

En su intervención ante el Comité Federal del PSOE celebrado el sábado (al que acudió en sustitución de Pepe Griñán), Rafael Velasco, vicesecretario general del PSOE-A y hombre de confianza del presidente andaluz, criticó abiertamente “que el criterio técnico del FROB haya prevalecido por encima de cualquier otra consideración”, arremetiendo también contra “la falta de coordinación e información del partido respecto de la reestructuración de las Cajas de Ahorro”. Velasco llegó a insinuar que la entrega de Cajasur a la BBK forma parte del pacto del Gobierno con el PNV para lograr el apoyo de los nacionalistas vascos a los Presupuestos de 2011.

En su réplica y de acuerdo con las fuentes, Rodríguez Zapatero no tuvo empacho en recordar a Velasco que el Gobierno había hecho todo lo posible a favor de la fusión de Cajasur con Unicaja, pero que, después de 10 meses, la Junta de Andalucía no había sido capaz de llevar a buen puerto el proyecto, por lo que al BdE no le quedó más remedio que intervenirla para evitar males mayores. Zapatero llegó a utilizar artillería pesada contra sus correligionarios andaluces al aludir a que la noticia de esa intervención resultó muy dañina para los intereses españoles en los mercados internacionales durante los días siguientes, llegando incluso a copar la portada de The Times.

Griñán: “La Iglesia se ha suicidado”

Al tiempo que la plana mayor del PSOE se reunía en Ferraz, Pepe Griñán comparecía ante los medios de comunicación en Sevilla para culpar a la Iglesia (“que se ha suicidado al no aprobar la fusión”) y al BdE (“que no ha hecho todo lo posible”) de la pérdida de Cajasur para Andalucía, como si la Junta que él preside no hubiera tenido nada que ver en lo ocurrido, después de permitir durante 10 meses a Braulio Medel (Unicaja) jugar al escondite con la fusión Unicaja-Cajasur, sin obligarle a cerrar la operación en los términos fijados por el protocolo firmado en la Consejería de Economía de la Junta el 27 de julio de 2009.

Para añadir más leña al fuego, Javier Arenas, presidente del PP-A, no ha dejado pasar la ocasión de hurgar en la herida de Griñán y del PSOE andaluz. En la Escuela de Verano que el PP celebró en Sitges este fin de semana, el político lamentó que Andalucía esté “perdiendo su sector financiero” tras lo ocurrido con CajaSur. Para Arenas, la Junta va de fracaso en fracaso: “En dos años hemos tenido dos presidentes de la Junta, tres Gobiernos y dos cajas menos. A este paso, de la Caja Única [vieja aspiración del PSOE-A] vamos a pasar a la única caja”, en alusión precisamente a Unicaja.

Al final, parece que quien se ha suicidado, políticamente hablando, no ha sido la Iglesia (entidad fundadora de Cajasur) sino el propio Griñán, que según las fuentes “ha confiado en exceso en un Medel que tenía su propia estrategia y sus personales intereses que defender”. Esperando que el malagueño concretara la absorción de Cajasur, permitió la intervención del BdE y, reincidiendo en el error, confió de nuevo en que Medel terminara por adjudicársela en la subasta del FROB. Un episodio que solo cabe explicar por la vieja relación de amistad que une a ambos personajes, relación cimentada a comienzos de los ochenta en la propia Junta andaluza, donde ambos coincidieron como viceconsejeros. De Trabajo, el uno; de Economía, el otro.
ElConfidencial.com

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