lunes, 31 de mayo de 2010

Juan Moreno, ex presidente de Cajasur: “No me explico lo que ha pasado con la caja”

A media tarde del viernes, Juan Moreno apura una leche merengada en La Flor de Levante, en la Plaza de las Tendillas, la cafetería que sirve un estupendo café granizado recomendación de un compañero periodista. Moreno al principio se muestra reacio a hablar. Luego se suelta. Este canónigo del Cabildo Catedralicio de Córdoba, párroco desde 2002 de la Iglesia de La Compañía, apenas estuvo dos años al frente de Cajasur (2005-2007). El Confidencial entrevista al sucesor de Miguel Castillejo (“Fray Langostino”) en la caja. El sacerdote rompe su silencio mediático una semana después de la intervención del Banco de España.


“Es chocante lo que ha pasado en Cajasur, no me lo explico”, apunta Moreno. Aunque según él “agua pasada no mueve molinos” y carece de las “claves suficientes” para interpretar con criterio la negativa de Santiago Gómez Sierra a fusionarse con Unicaja, no entiende cómo Cajasur no se fusionó hace un año con Caja Murcia. “El pacto con Caja Murcia estaba hecho y los despidos eran mínimos. Además, las oficinas no se solapaban, como sí pasa con la caja de Braulio, con quien por cierto siempre me he llevado muy bien”. ¿Y con Gómez Sierra? ¿Y con Castillejo? “Los saludo por la calle, pero no hablamos de Cajasur”, puntualiza.

Orgulloso de haber introducido la teoría general de Keynes en Córdoba en su paso como profesor de Economía de la ETEA, la universidad privada de los jesuitas en la ciudad andaluza, cree que el último presidente de Cajasur, harto de la presión de Medel, le pidió al Banco de España que pusiera fecha para que la fusión se materializara. “Creo que Gómez Sierra se ha sentido humillado por el PSOE en todas las negociaciones de fusión”.

Continúa con el relato: “Me niego a pensar que todo haya sido una rabieta. El último día, el del ultimátum del Banco de España (el pasado viernes 21 de mayo) Medel le llega a ver las orejas al lobo. Lo que sí está claro es que la ruptura supone un gran fracaso para la Junta de Andalucía”. Y apostilla: “Los diez últimos meses han sido horrorosos para Cajasur”.

Moreno llegó a la caja cordobesa tras la retirada (forzada, no querida) de Castillejo al cumplir 75 años. En 2005, cuando asume el poder, tomó una decisión: destinar 300 millones de pesetas para la obra social. También que se homologaran los salarios de éstos con los de la caja, de los más altos de España. El ex presidente intenta argumentar por qué los salarios son tan elevados en Cajasur. “Los curas son muy buenas personas”. Sonríe. Ahora va más en serio: “Lo que no podía ser es que se subieran los sueldos cada dos por tres, por abrir oficinas en Madrid o por cualquier hito de la caja”.

El ex presidente de Cajasur, defensor de la “absoluta libertad” del sindicato Aspromonte en todo el proceso de negociación, aegura: “No han recibido consignas del Cabildo”. También lamenta que tras este fracaso y la crisis de las grandes empresas de Córdoba como Prasa y Noriega la ciudad, la tercera más poblada de Andalucía”, “vuelva a ser otra vez un pueblo grande”. Por este motivo, sostiene que la plataforma civil creada en Córdoba en defensa de Cajasur se tenía que haber creado “mucho antes”. “Se ha reaccionado muy tarde”, lamenta.

No habla de los demás, pero sí quiere dejar claro que él no se aprovechó de su cargo: “No me llevé un duro de la caja. Vivo con mi hermana en un piso de protección oficial en el barrio de Ciudad Jardín”. Apura la leche merengada y se va a la Iglesia. Los feligreses le esperan.
Fuente:http://www.elconfidencial.com/

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