Circula entre los militares españoles una presentación en la que se pueden ver las muestras de cariño popular que reciben los soldados canadienses muertos en Afganistán. Las calles de Toronto, llenas de ciudadanos con banderas nacionales, han provocado la envidia de los miembros de las Fuerzas Armadas españolas.
La presentación lleva algunas semanas circulando entre los militares españoles. Son imágenes correspondientes a la repatriación de los cadáveres de seis soldados canadienses muertos en Afganistán el 8 de abril de 2007, tras un ataque suicida al convoy en el que viajaban.
En sus primeras diapositivas, se muestra la llegada de los féretros a la base militar canadiense de Trenton, donde una comitiva integrada por centenares de personas –entre autoridades, militares e incluso veteranos en sillas de ruedas- espera la llegada de los seis soldados.
El resto de imágenes corresponden al recorrido por carretera del convoy fúnebre. Los 167 kilómetros que separan la base de Trenton del Instituto Anatómico Forense de Toronto están llenos de ciudadanos con banderas y pancartas con mensajes de apoyo, coches de policía y camiones de bomberos estacionados en los arcenes, con sus miembros llevándose la mano al corazón al paso del cortejo.
Una de las fotografías más impactantes es la de un joven que saluda, con la mano en el corazón, mientras permanece de pie sobre el muro de la mediana de la autopista. “Impresionante, gente joven saludando. Eso sí que es educación cívica. ¡Que envidia!” reflexiona el autor del archivo.
La presentación finaliza con una frase lapidaria: “Esto es un pueblo, esto es una nación, esto es una patria… ¿Dónde estás, España?”.
Estas emotivas imágenes no han dejado indiferentes a los militares españoles, que no dudan en realizar comparaciones entre el trato que reciben por parte de la sociedad los soldados extranjeros y los españoles.
“Es para llorar”, uno de los comentarios más escuchados entre los miembros de las Fuerzas Armadas que han tenido acceso al documento. “En España esto sería impensable” aseguran militares en activo a este confidencial. “Si sacas una bandera española a la calle te llaman fascista, aquí no hay sentimiento patrio” indican otros.
Vea pinchando aquí este documento informático que circula entre los correos electrónicos de los militares españoles.
Avicena o Ibn Siná (como fue llamado en persa y en árabe) nació en el año 980 en Afshana (provincia de Jorasán, actualmente en Uzbekistán). Cuando tan sólo contaba con 17 años ya gozaba de fama como médico por salvar la vida del emir Nuh ibn Mansur. Puede ser considerado el inventor de la traqueotomía, cuyo manual operatorio sería precisado por el célebre cirujano árabe Abū el-Kasis de Córdoba. Libros: El canon de medicina, El libro de la curación, Poema de la medicina
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