Santiago Gómez Sierra, presidente de Cajasur, tras cerrar el acuerdo con Unicaja a finales de julio.- Cajasur aporta al matrimonio con Unicaja unos clientes fieles y una sólida implantación en las provincias de Córdoba y Jaén। Pero también llega con una dote enladrillada। La caja cordobesa, controlada por la Iglesia católica, tiene atrapados en el sector inmobiliario 1.700 millones de euros, según fuentes de la entidad. Se trata del valor contable del inmovilizado que corresponde al sector del ladrillo, tanto en la matriz como en las empresas participadas.
Digerir las 4.000 viviendas y los dos millones de metros cuadrados de suelo urbanizable que posee Cajasur es complicado en medio de la crisis del sector. Y más para una entidad que en este primer trimestre tenía unos beneficios de sólo 1,7 millones de euros, un 90% menos que en el mismo período de 2008.
La acumulación de los riesgos en el sector inmobiliario, de la que el Banco de España ya alertó a Cajasur en 2005, está detrás de la debacle de esta entidad, que al final se ha visto abocada a la fusión con Unicaja. La auditora Deloitte advirtió en las cuentas de 2008 de que "el incremento de la morosidad, el deterioro de la solvencia y una fuerte restricción a los mercados interbancarios" había provocado la rebaja de calificación de los activos de Cajasur hasta la categoría de los bonos basura.
De Córdoba salieron algunas de las grandes constructoras de Andalucía। Y lo hicieron gracias, en gran medida, al soporte que les ofreció Cajasur en forma de créditos y de empresas conjuntas. El 53,7% de las participaciones empresariales de la entidad se concentra en el ladrillo.
La acumulación de los riesgos en el sector inmobiliario, de la que el Banco de España ya alertó a Cajasur en 2005, está detrás de la debacle de esta entidad, que al final se ha visto abocada a la fusión con Unicaja. La auditora Deloitte advirtió en las cuentas de 2008 de que "el incremento de la morosidad, el deterioro de la solvencia y una fuerte restricción a los mercados interbancarios" había provocado la rebaja de calificación de los activos de Cajasur hasta la categoría de los bonos basura.
De Córdoba salieron algunas de las grandes constructoras de Andalucía। Y lo hicieron gracias, en gran medida, al soporte que les ofreció Cajasur en forma de créditos y de empresas conjuntas. El 53,7% de las participaciones empresariales de la entidad se concentra en el ladrillo.
Desinversión
El Banco de España lleva desde 2005 recomendando a Cajasur -que es una entidad financiera, no una empresa promotora- que realice desinversiones en el ladrillo. Pero los distintos planes que ha puesto en marcha no han funcionado. Además, la mayoría de las viviendas que posee la entidad están ubicadas en las costas andaluzas y son segundas residencias, con lo que su salida es todavía más complicada ahora.
El riesgo crediticio es también muy elevado, por lo que la caja corre el peligro de que aumente todavía más su bolsa de viviendas y suelos al vencer los préstamos a los promotores.
Para que se pueda completar la fusión con Unicaja -que a su vez ya ha iniciado la unión con Caja de Jaén- será necesaria una inyección de 1.050 millones de euros, que servirán para tapar el agujero de los desatinos inmobiliarios de la entidad cordobesa. Los planes de reducción de costes y de exposición al riesgo inmobiliario que tiene en marcha Cajasur son independientes de la fusión con Unicaja que, pese a tener su sede en la zona más expuesta al ladrillo, no ha arriesgado en este campo, una paradoja en contraposición con la entidad cordobesa y con otras cajas andaluzas.
A Unicaja no le preocupa tanto que la herencia envenenada de Cajasur le pueda contaminar, como que de manera rápida y con acierto el modelo de gestión de la caja malagueña se imponga de raíz. "La clave del futuro será la gestión y que, cuanto antes, se introduzcan las ventajas de la capacidad comercial y de gestión y la solvencia de Unicaja", señalan fuentes del sector.
Y es que la gestión de Cajasur ha dejado mucho que desear en los últimos años. Por ejemplo, en menos de dos años -entre marzo de 2007 y febrero de 2009- la caja cambió de director general en cuatro ocasiones. Además, según señalan fuentes de esta entidad, la política de contrataciones y ascensos ha dependido más de los apellidos y fidelidades que de la profesionalidad.
Para algunos miembros de esta entidad cordobesa está "plenamente asumido" que vienen nuevos tiempos y que el modelo de gestión de Unicaja, "avalado por el éxito", es el que finalmente va a imperar. Dicho esto, una fuente de las entidades de ahorro precisa con ironía: "El saneamiento de Cajasur debe estar ya ejecutándose, pero eso no lo trae la fusión, que trae otros planes. Aquí no hay milagros".
Las debilidades de la caja cordobesa
- El valor del inmovilizado de Cajasur en el sector del ladrillo es de 1.700 millones de euros. Se trata de casi 4.000 viviendas y de dos millones de metros cuadrados de suelo urbanizable. La mayoría de las casas están en la costa y son segundas residencias.
- La entidad participa en 90 empresas. El 53,7% de sus participaciones empresariales se concentran en la construcción.
- En el primer trimestre de 2009 el beneficio de Cajasur fue de 1,7 millones, un 90% menos que en el mismo periodo de 2008.
- La fusión entre Cajasur y Unicaja requerirá de una inyección de 1.050 millones de euros.
- Esta caja controlada por la Iglesia católica cambió cuatro veces de director general en menos de dos años। Han estado al frente de la entidad entre marzo de 2007 y febrero de 2009 José Arcenegui, Alfonso Tolcheff, Carlos Senent y Antonio Barral, actual director
El Banco de España lleva desde 2005 recomendando a Cajasur -que es una entidad financiera, no una empresa promotora- que realice desinversiones en el ladrillo. Pero los distintos planes que ha puesto en marcha no han funcionado. Además, la mayoría de las viviendas que posee la entidad están ubicadas en las costas andaluzas y son segundas residencias, con lo que su salida es todavía más complicada ahora.
El riesgo crediticio es también muy elevado, por lo que la caja corre el peligro de que aumente todavía más su bolsa de viviendas y suelos al vencer los préstamos a los promotores.
Para que se pueda completar la fusión con Unicaja -que a su vez ya ha iniciado la unión con Caja de Jaén- será necesaria una inyección de 1.050 millones de euros, que servirán para tapar el agujero de los desatinos inmobiliarios de la entidad cordobesa. Los planes de reducción de costes y de exposición al riesgo inmobiliario que tiene en marcha Cajasur son independientes de la fusión con Unicaja que, pese a tener su sede en la zona más expuesta al ladrillo, no ha arriesgado en este campo, una paradoja en contraposición con la entidad cordobesa y con otras cajas andaluzas.
A Unicaja no le preocupa tanto que la herencia envenenada de Cajasur le pueda contaminar, como que de manera rápida y con acierto el modelo de gestión de la caja malagueña se imponga de raíz. "La clave del futuro será la gestión y que, cuanto antes, se introduzcan las ventajas de la capacidad comercial y de gestión y la solvencia de Unicaja", señalan fuentes del sector.
Y es que la gestión de Cajasur ha dejado mucho que desear en los últimos años. Por ejemplo, en menos de dos años -entre marzo de 2007 y febrero de 2009- la caja cambió de director general en cuatro ocasiones. Además, según señalan fuentes de esta entidad, la política de contrataciones y ascensos ha dependido más de los apellidos y fidelidades que de la profesionalidad.
Para algunos miembros de esta entidad cordobesa está "plenamente asumido" que vienen nuevos tiempos y que el modelo de gestión de Unicaja, "avalado por el éxito", es el que finalmente va a imperar. Dicho esto, una fuente de las entidades de ahorro precisa con ironía: "El saneamiento de Cajasur debe estar ya ejecutándose, pero eso no lo trae la fusión, que trae otros planes. Aquí no hay milagros".
Las debilidades de la caja cordobesa
- El valor del inmovilizado de Cajasur en el sector del ladrillo es de 1.700 millones de euros. Se trata de casi 4.000 viviendas y de dos millones de metros cuadrados de suelo urbanizable. La mayoría de las casas están en la costa y son segundas residencias.
- La entidad participa en 90 empresas. El 53,7% de sus participaciones empresariales se concentran en la construcción.
- En el primer trimestre de 2009 el beneficio de Cajasur fue de 1,7 millones, un 90% menos que en el mismo periodo de 2008.
- La fusión entre Cajasur y Unicaja requerirá de una inyección de 1.050 millones de euros.
- Esta caja controlada por la Iglesia católica cambió cuatro veces de director general en menos de dos años। Han estado al frente de la entidad entre marzo de 2007 y febrero de 2009 José Arcenegui, Alfonso Tolcheff, Carlos Senent y Antonio Barral, actual director
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