(PD).- Él mismo dijo que era "políticamente responsable" de lo que sucediera el domingo. Y lo que ha pasado es que el PSOE ha perdido las elecciones. Pero Zapatero no fue capaz de salir ante las cámaras a asumir la derrota. Mandó a poner la cara a Juan Fernando López Aguilar y a 'Pepiña' Pajín. Él sí estaba en la sede de Ferraz, junto a su talismán, José Blanco, pero prefirió que no se le viera. El optimista ZP se esconde cuando vender humo le puede suponer una pedrada de algún militante o simpatizante socialista realista. Y sigue sin aparecer...
Lo dijo Zapatero días antes de la cita electoral de este domingo: "Yo soy políticamente responsable de lo que suceda". Palabras, humo, nada. El presidente socialista del Gobierno es un experto en hacer justamente lo contrario de lo que había dicho y negar, sin perder un minuto la cara de serenidad, que haya dicho lo que está grabado y transcrito porque lo dijo.
Este domingo ha sido un impulso para el 'marianismo' y un fuerte toque de atención al 'zapaterismo'. Rajoy salió ayer fortalecido como líder del PP tras el triunfo de su partido en las elecciones europeas, con algo más del 42% de los votos, casi cuatro puntos más que el PSOE. En términos absolutos, la formación de Rajoy superó en 580.000 votos al partido de Zapatero.
El PSOE cosecha un retroceso de casi cinco puntos respecto a las elecciones generales del año pasado.
Zapatero no quiso salir a dar la cara ante una militancia cabizbaja. Ya estaba con José Blanco preparando la estrategia. Tiene casi tres años por delante hasta las próximas elecciones generales y no queda un minuto más que perder para tratar de convencer a la ciudadanía de que lo que él vende no es humo o de que lo que los españoles necesitan para salir del hoyo en el que el país se encuentra metido es su humo. Una de dos. Pura estragia.
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