González-Sinde se ha recreado en el Senado. Y lo hace intentando agradar a los partidos nacionalistas con una insensatez marca de la casa, propia de las 'miembras' del Gobierno ZP. La titular de Cultura ha asegurado en su comparecencia que se presenta "no como ministra de Cultura de España, sino como ministra de las Culturas de España". La nación como concepto discutible. Zapaterismo y sindicato de la ceja en estado puro.
Más le valdría volver al cine, porque el discurso para adolescentes contrasta con la seriedad del Senado. Allí se ha presentado González Sinde bajo la premisa de que "en política, como en la vida, la sensibilidad se traduce en iniciativa, en no saber conformarse".
Y mientras exista en nuestra sociedad un solo obstáculo a la innovación, a la creatividad, nadie podrá decir que el Ministerio de Cultura no es necesario. No podremos conformarnos. Porque ninguna obra, ninguna idea, ningún proyecto cultural tiene sentido sin destinatario.
Y es que las críticas por la falta de necesidad de mantener un Ministerio como Cultura aumentan cada día. Así que González Sinde se crece al afirmar que "mientras existan obstáculos a la creatividad, nadie podrá decir que el Ministerio no es necesario".
No hay que perder la voz más especializada de cultura en el Consejo de Ministros, sería lamentable, porque nadie nos puede defender más que nosotros mismos.
El atónito portavoz del PP, Juan Van-Halen, le ha recordado que su cargo exacto, según publica el BOE, es el de ministra de Cultura y que no "existe el Ministerio de las Culturas". Asimismo, Van-Halen le ha indicado que con esta afirmación "no debe de caer en la tentación de intentar caer simpática a los partidos nacionalistas".
Para la titular de Cultura, "cada obra que no llega es fallida en sí misma" y que "del mismo modo en que recibir una retribución justa por el esfuerzo es un derecho, hemos de interiorizar también que crear, innovar, emprender, también es un derecho". Con todos ustedes, la ministra de Cultura.
Más le valdría volver al cine, porque el discurso para adolescentes contrasta con la seriedad del Senado. Allí se ha presentado González Sinde bajo la premisa de que "en política, como en la vida, la sensibilidad se traduce en iniciativa, en no saber conformarse".
Y mientras exista en nuestra sociedad un solo obstáculo a la innovación, a la creatividad, nadie podrá decir que el Ministerio de Cultura no es necesario. No podremos conformarnos. Porque ninguna obra, ninguna idea, ningún proyecto cultural tiene sentido sin destinatario.
Y es que las críticas por la falta de necesidad de mantener un Ministerio como Cultura aumentan cada día. Así que González Sinde se crece al afirmar que "mientras existan obstáculos a la creatividad, nadie podrá decir que el Ministerio no es necesario".
No hay que perder la voz más especializada de cultura en el Consejo de Ministros, sería lamentable, porque nadie nos puede defender más que nosotros mismos.
El atónito portavoz del PP, Juan Van-Halen, le ha recordado que su cargo exacto, según publica el BOE, es el de ministra de Cultura y que no "existe el Ministerio de las Culturas". Asimismo, Van-Halen le ha indicado que con esta afirmación "no debe de caer en la tentación de intentar caer simpática a los partidos nacionalistas".
Para la titular de Cultura, "cada obra que no llega es fallida en sí misma" y que "del mismo modo en que recibir una retribución justa por el esfuerzo es un derecho, hemos de interiorizar también que crear, innovar, emprender, también es un derecho". Con todos ustedes, la ministra de Cultura.
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