Se le complica la situación a Garzón. Tras abrir el Supremo la semana pasada una investigación al juez por su supuesta prevaricación en la causa contra el franquismo, ahora ha ordenado al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que reabra un expediente contra el magistrado que este mismo órgano ya archivó hace un año. Además, sobrevuela el caso del narco huido por una negligencia del juez estrella. El País se queja de la persecución al juez estrella con metáforas balísticas: "fuego graneado" contra Garzón y el Supremo "acribilla" al juez conferenciante.
En concreto, le pide que realice las indagaciones pertinentes sobre las actividades académicas de Garzón durante el periodo en el que estuvo en excedencia, entre marzo de 2005 y junio de 2006. La Sala de lo Contencioso-Administrativo solicita al Consejo que compruebe si Garzón percibió dinero por impartir una serie de conferencias en Nueva York que fueron sufragadas por el Banco Santander.
Es la misma entidad a cuyos integrantes del Consejo de Administración les archivó meses después una querella interpuesta contra Emilio Botín y otras personalidades ligadas al banco, a los que acusaban de varios delitos contra la Hacienda pública.
La resolución, cuyo ponente ha sido el magistrado José Díaz Delgado, estima el recurso de casación presentado por los letrados Antonio Panea y José Luis Mazón contra la decisión tomada por la Comisión Disciplinaria del CGPJ en mayo de 2008, en la que aprobó por unanimidad archivar dicha queja al no hallar, «siquiera indiciariamente», responsabilidad disciplinaria por parte de Garzón.
Entonces, el Consejo resolvió que el querellante no disponía de «ningún conocimiento directo» para acusar al juez; tan sólo hacía referencia a informaciones aparecidas en el libro 'Garzón, juez o parte', de José Díaz Herrera, en el que se relataba que percibió 1,7 millones de dólares por 17 conferencias dadas en Nueva York bajo el título 'Diálogos transatlánticos', y que fueron apadrinadas por el Banco Santander.
Un año después de aquella resolución, y en pleno fragor por el acuerdo de la Sala Penal de admitir a trámite una querella contra el juez por parte del pseudosindicato Manos Limpias, la Sala de lo Contencioso echa ahora más leña al fuego con una decisión que, según fuentes del CGPJ, «ya se investigó y archivó en su momento y que ahora tiene poco recorrido».
Pese a todo, los magistrados del alto tribunal justifican la necesidad de volver a indagar sobre la actividad académica de Garzón porque, en el presente caso, «se denuncian hechos que, sin prejuzgar su veracidad y trascendencia sancionadora, tienen una gravedad evidente, que exigía al Consejo su comprobación, sin que pueda servir como excusa que el denunciante los haya conocido del contenido del libro, de la información aparecida en prensa o por cualquier otro medio».
El pasado mes de abril, la Sala de lo Penal del Supremo ya archivó otra querella contra Garzón por estos mismos hechos, al no apreciar indicios delictivos, pero dio traslado de ella al CGPJ por si pudiera haber incurrido en incompatibilidades, ya que, supuestamente, cobró por las conferencias mientras ingresaba su sueldo como magistrado.
EL NARCO HUÍDO
El instructor de la Audiencia Nacional ha propuesto sancionar con sólo 100 euros al juez Garzón por una grave negligencia que ha propiciado la fuga de un narcotraficante turco. Sahin Eren fue detenido en 2006 junto a un compinche con 13 kilos de heroína. El superjuez omitió la obligación que, según el Supremo, tiene todo magistrado de controlar las medidas cautelares impuestas a sus detenidos y solicitó fuera de plazo prorrogar la prisión preventiva, por lo que ambos fueron puestos en libertad hace un año.
Tal y como recuerda El Mundo, "el CGPJ consideró que no había motivo para calificar como «muy grave» o «grave» tal negligencia porque los encausados, para los que la Fiscalía pide 12 años de cárcel, no habían intentado evadirse. Ofende al sentido común que el Gobierno de los jueces pretenda castigar con el montante equivalente a una sanción de tráfico una dejación de responsabilidad que ha permitido que un peligroso delincuente se burle de la Justicia".
"Tamaña lenidad recuerda la aplicada por el CGPJ al juez Tirado, el magistrado cuya falta de celo permitió que el presunto asesino de la niña Mari Luz permaneciera libre cuando debía estar en prisión. Ayer, en un recurso ante el Supremo, Garzón mostró su prepotencia al tachar de «jurídicamente inaceptable» que este Tribunal admitiera a trámite la querella por prevaricación contra él por la instrucción de su causa general contra el franquismo. No es de extrañar que esté tan crecido, vista la blandura con la que una y otra vez le trata el Poder Judicial".
En concreto, le pide que realice las indagaciones pertinentes sobre las actividades académicas de Garzón durante el periodo en el que estuvo en excedencia, entre marzo de 2005 y junio de 2006. La Sala de lo Contencioso-Administrativo solicita al Consejo que compruebe si Garzón percibió dinero por impartir una serie de conferencias en Nueva York que fueron sufragadas por el Banco Santander.
Es la misma entidad a cuyos integrantes del Consejo de Administración les archivó meses después una querella interpuesta contra Emilio Botín y otras personalidades ligadas al banco, a los que acusaban de varios delitos contra la Hacienda pública.
La resolución, cuyo ponente ha sido el magistrado José Díaz Delgado, estima el recurso de casación presentado por los letrados Antonio Panea y José Luis Mazón contra la decisión tomada por la Comisión Disciplinaria del CGPJ en mayo de 2008, en la que aprobó por unanimidad archivar dicha queja al no hallar, «siquiera indiciariamente», responsabilidad disciplinaria por parte de Garzón.
Entonces, el Consejo resolvió que el querellante no disponía de «ningún conocimiento directo» para acusar al juez; tan sólo hacía referencia a informaciones aparecidas en el libro 'Garzón, juez o parte', de José Díaz Herrera, en el que se relataba que percibió 1,7 millones de dólares por 17 conferencias dadas en Nueva York bajo el título 'Diálogos transatlánticos', y que fueron apadrinadas por el Banco Santander.
Un año después de aquella resolución, y en pleno fragor por el acuerdo de la Sala Penal de admitir a trámite una querella contra el juez por parte del pseudosindicato Manos Limpias, la Sala de lo Contencioso echa ahora más leña al fuego con una decisión que, según fuentes del CGPJ, «ya se investigó y archivó en su momento y que ahora tiene poco recorrido».
Pese a todo, los magistrados del alto tribunal justifican la necesidad de volver a indagar sobre la actividad académica de Garzón porque, en el presente caso, «se denuncian hechos que, sin prejuzgar su veracidad y trascendencia sancionadora, tienen una gravedad evidente, que exigía al Consejo su comprobación, sin que pueda servir como excusa que el denunciante los haya conocido del contenido del libro, de la información aparecida en prensa o por cualquier otro medio».
El pasado mes de abril, la Sala de lo Penal del Supremo ya archivó otra querella contra Garzón por estos mismos hechos, al no apreciar indicios delictivos, pero dio traslado de ella al CGPJ por si pudiera haber incurrido en incompatibilidades, ya que, supuestamente, cobró por las conferencias mientras ingresaba su sueldo como magistrado.
EL NARCO HUÍDO
El instructor de la Audiencia Nacional ha propuesto sancionar con sólo 100 euros al juez Garzón por una grave negligencia que ha propiciado la fuga de un narcotraficante turco. Sahin Eren fue detenido en 2006 junto a un compinche con 13 kilos de heroína. El superjuez omitió la obligación que, según el Supremo, tiene todo magistrado de controlar las medidas cautelares impuestas a sus detenidos y solicitó fuera de plazo prorrogar la prisión preventiva, por lo que ambos fueron puestos en libertad hace un año.
Tal y como recuerda El Mundo, "el CGPJ consideró que no había motivo para calificar como «muy grave» o «grave» tal negligencia porque los encausados, para los que la Fiscalía pide 12 años de cárcel, no habían intentado evadirse. Ofende al sentido común que el Gobierno de los jueces pretenda castigar con el montante equivalente a una sanción de tráfico una dejación de responsabilidad que ha permitido que un peligroso delincuente se burle de la Justicia".
"Tamaña lenidad recuerda la aplicada por el CGPJ al juez Tirado, el magistrado cuya falta de celo permitió que el presunto asesino de la niña Mari Luz permaneciera libre cuando debía estar en prisión. Ayer, en un recurso ante el Supremo, Garzón mostró su prepotencia al tachar de «jurídicamente inaceptable» que este Tribunal admitiera a trámite la querella por prevaricación contra él por la instrucción de su causa general contra el franquismo. No es de extrañar que esté tan crecido, vista la blandura con la que una y otra vez le trata el Poder Judicial".
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