Está en el punto de mira. Sin embargo, la cúpula directiva de Cajasur se muestra muy segura de su futuro como independiente, a pesar de los contactos informales mantenido con Caja Murcia. “No somos Caja Castilla-La Mancha, aquí no habrá intervención del Banco de España”, sentenció Juan Ojeda, vicepresidente segundo de la entidad financiera cordobesa, en declaraciones a El Confidencial, que rechaza que la entidad andaluza vaya a convertirse en una segunda parte de la intervención realizada en CCM.
Ojeda descartó que él tenga algo que ver en las negociaciones para fusionar Cajasur con Caja Murcia. “No he participado ni oficial ni oficiosamente. En absoluto”, zanjó el dirigente de la caja, quien desmintió que estuviera en contacto con Unicaja ni con Manuel Atencia, vicepresidente segundo de la entidad malagueña. “Hace ya un año que no hablo con él”, aclaró. Fuentes próximas a Atencia descartaron a este diario “rotundamente” que el número 2 de Unicaja tuviera alguna relación con las conversaciones con Caja Murcia, como publicó ayer este diario.
El vicepresidente segundo de Cajasur también reconoció que la entidad financiera está “abierta” a fusiones andaluzas en la línea de la propuesta lanzada por el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, para las cinco entidades financieras de la comunidad (Unicaja, Cajasol, Cajasur, Caja Granada y Caja de Jaén).
Ojeda explicó que esta semana se ha presentado un plan de negocios al Banco de España para asegurar la viabilidad de Cajasur. También admitió que desde que el pasado mes de abril la agencia de calificación Fitch situó la deuda de Cajasur a largo plazo en BB+ todo “se complicó” para la entidad con los mercados mayoristas, pero a su juicio la certificación de Fitch no ha perjudicado a los minoristas. “No hay retirada de depósitos, los clientes tienen confianza y no hay pánico en la clientela, esto no es Caja Castilla-La Mancha”, insistió a El Confidencial el dirigente de la entidad.
La morosidad de Cajasur se ha disparado el último año. A finales de marzo de este año se elevó al 7,91% (la media de las cajas es del 4,7%) y a pesar de estos datos Ojeda valoró los resultados de “aceptablemente buenos” y que ante los impagos “todo lo tenemos provisionado” El vicepresidente segundo de la entidad se siente especialmente orgulloso de los niveles de solvencia, situados en la caja en un 9,37%, “cuando el límite del Banco de España es del 8%”.
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