lunes, 11 de mayo de 2009

El tramposo y obsoleto mensaje de ZP


Hace tiempo que el PSOE pretende transmitir un mensaje concreto: la «derecha», culpable de la crisis, pretende ahora que los trabajadores paguen las consecuencias mientras que la «izquierda», víctima del egoísmo de los mercados, lucha contra la reducción del gasto social.
Lo malo es que la realidad está empeñada en desmentir los prejuicios sectarios con la fuerza irrebatible de los datos. Ayer publicaba ABC un informe acerca de los recortes en partidas para becas, mayores y dependientes, así como otras secciones directamente vinculadas con la prestación de servicios públicos, hasta una reducción total de 764,5 millones de euros.
La fuente que sirve de base a la información es la respuesta del Gobierno a una pregunta parlamentaria, de tal modo que los propios socialistas reconocen la falsedad del mensaje presidencial.
Como subraya ABC en su editorial, Zapatero no está dispuesto a que los hechos desmientan la publicidad electoral y, ayer mismo, en el mitin de Vistalegre, volvió a insistir en que no permitirá recortes sociales.
Habrá que ver cómo llama entonces a los fondos destinados al Imserso, al Plan de Personas con Discapacidad o al Programa de Gratuidad de la Educación Infantil, entre otras políticas públicas afectadas por el «tijeretazo» presupuestario. Cabe suponer que en el ya inminente debate sobre el estado de la Nación, Mariano Rajoy exigirá explicaciones concretas en esta materia tan sensible porque no es de recibo que el Ejecutivo pretenda ocultar la evidencia bajo el manto de una retórica anticuada y falaz sobre el carácter solidario del modelo socialista frente a la supuesta insensibilidad de los populares ante los problemas de los menos favorecidos.
En este contexto, Zapatero recupera una y otra vez su querencia natural hacia la oposición retrospectiva. Es sencillamente ridículo transferir a los gobiernos del PP las culpas sobre la burbuja inmobiliaria y demás factores de la crisis económica y financiera, puesto que José María Aznar dejó el poder hace más de cinco años.
Acertó este domingo el líder de la oposición al exigir, a su vez, la responsabilidad del PSOE por este largo periodo, en el cual los datos de la economía española confirman el abismo existente entre el éxito y el fracaso. Según los socialistas, la culpa de todo la tienen los «neocon» por la guerra de Irak y los «neoliberales», por la crisis económica y su repercusión social.
El radicalismo izquierdista que pretenden imprimir a su campaña, confirmado ayer por los diversos intervinientes en Vistalegre, demuestra que los sondeos auguran malos resultados y se trata de movilizar a los afines y buscar votos en sectores extremistas.
Para ello, a falta de ideas propias y propuestas razonables, nada mejor que agitar el fantasma de Bush y de Aznar, del capitalismo y el militarismo, con la peregrina intención de que la opinión pública acepte una mercancía ideológica obsoleta.
Resulta que sólo el Ministerio de Igualdad, perfectamente superfluo, ha resistido las exigencias de la política de austeridad que afecta, entre otros, a los estudiantes de idiomas, al Plan de Desarrollo Gitano o a los jóvenes agricultores.
El presidente del Gobierno tendrá que explicar a los ciudadanos qué considera como «gastos sociales» y, sobre todo, por qué insiste una y otra vez en la falsedad de asegurar que no se han visto afectados por la crisis.

1 comentario:

aurora dijo...

La culpa, nunca tuvo ni padre ni madre reconocido, pero suponiendo (que es mucho suponer), que ZP, no tenga parte de culpa del problema de la crisis en España, se les deberia caer la cara de vuergüenza, cuando acusan a la gente del PP de ser de derechas, en plan ricos, ricos... de toda la vida, pero resulta que ellos que no son ricos de toda la vida, la mayoria, viven como si lo fueran a cuenta de nuestros impuestos y ¡encantados de la vida!, asi que menos fariseismo y disponganse a arreglar el pais, eso si, procuren que otro de su mismo partido, no les quite el sillon.