(RD).- Victoria espectacular para Mariano Rajoy. Y el mérito para Alberto Núñez Feijoo, su equipo y una campaña hecha a fondo, dejándose la piel en el empeño. Con el 99% del voto escrutado, el PP de Núñez Feijóo obtiene 39 escaños, uno por encima de la mayoría absoluta. El PSG de Tourio pierde uno y se queda en 24, y el BNG de Anxo Quintana tiene 12, uno menos que ahora.
Cuatro años después de que el apaño entre socialistas y nacionalistas les arrebatara el triunfo por un sólo diputado, el PP recupera la mayoría absoluta y vuelve a la Xunta. Alberto Núñez Feijóo será el nuevo presidente gallego.
"El pueblo gallego habló alto y claro", ha dicho un exultante Feijóo, subrayando que se inicia "un momento histórico, apasionante":
"Llegó el momento para trabajar, para el sacrificio, llegó el momento de convocar a todos para que juntos podamos salir de la crisis"।
El recuento de los votos emigrantes pendiente hasta el próximo día 9 no da ya margen a los socialistas para recuperar los dos escaños de desventaja respecto al corte de la mayoría absoluta, situado en 38 escaños।
UNA VICTORIA CLAVE PARA RAJOY
Se trata de la primera gran victoria del popular Mariano Rajoy sobre el socialista Zapatero.
El resultado permite a Rajoy ahuyentar los fantasmas de la sucesión. El coriaceo líder popular convirtió el tramo final de la campaña en un plebiscito sobre su persona y ha ganado. Mala noticia para su críticos. Prueba de ello es que Rajoy ha salido al balcón Rajoy en Génova, como en las grandes noches, para saludar a sus partidarios.
Rajoy logra una bocanada de oxígeno que le permite llegar a las elecciones europeas o más allá. Por supuesto, es una éxito no previsto de Feijóo, que ha renovado el partido en galicia, quitado de enmedio a los de la boina y transmitido una imagen de modernidad, inédita en el PP gallego.
ZAPATERO A TOMAR NOTA
Y Zapatero debe tomar nota de que la crisis económica le va a costar una sangría de votos en futuras elecciones. Va a tener problemas para contar -a partir de ahora- con los votos del BNG en el Congreso.
Desastre de Touriño que se equivocó de campaña y un cierto fracaso personal de Zapatero que se volcó en el último tramo de campaña. ¿Si hubiera hecho caso a Pepiño Blanco y hubiera delantado a otoño hubiera pasado esto?
EL FUTURO DE FEIJOO, TOURIÑO Y QUINTANA
El éxito de Feijóo es indudable, porque ebutar como candidato y vencer por mayoría absoluta desde la oposición es todo un triunfo.
En su haber, cuenta que ha renovado el partido y formará Gobierno durante los próximos cuatro años con un grupo parlamentario hecho a su medida.
El PP confirma que es el gran dominador de la escena política gallega. El cambio del 2005 -y el del 89- son anomalías en una hegemonía que dura ya 28 años.
El bipartito no ha sabido convencer al electorado. Tanto PSOE como BNG han perdido un escaño cada uno. Los primeros, en la circunscripción por la que se presentaba Touriño (Pontevedra). Los segundos, en la que lideraba Quintana (A Coruña).
Touriño se equivocó no adelantando las elecciones en otoño. Fue una decisión personal, en contra del criterio de muchos dentro de su partido. Errónea y catastrófica para su partido. Se acabó su ciclo. ¿Tiene sustituto?, se pregunta César Rodríguez en La Voz.
El BNG confirmó que el techo de Quintana (13) no era el mismo que el de Beiras (18). Ahora debería asumir su responsabilidad política, tal y como él dijo durante la campaña.
EL FANTASMA DE 2005
La noche ha concluido en fiesta inmensa para los popular, pero arrancó en medio de eneormes dudas. En las elecciones gallegas de 2005, el PP se quedó a un sólo escaño de revalidar su mayoría absoluta.
Obtuvo 37 representantes (11 en La Coruña, 10 en Pontevedra, ocho en Lugo y otros ocho en Orense) y perdió el Gobierno de la Xunta tras el acuerdo alcanzado por el PSG y el BNG.
Los socialistas obtuvieron 25 diputados autonómicos (ocho en La Coruña, también ocho en Pontevedra, cinco en Lugo y cuatro en Orense), mientras que los nacionalistas aportaron 13 escaños (cinco en La Coruña, cuatro en Pontevedra, dos en Lugo y otros dos en Orense).
Se trata de la primera gran victoria del popular Mariano Rajoy sobre el socialista Zapatero.
El resultado permite a Rajoy ahuyentar los fantasmas de la sucesión. El coriaceo líder popular convirtió el tramo final de la campaña en un plebiscito sobre su persona y ha ganado. Mala noticia para su críticos. Prueba de ello es que Rajoy ha salido al balcón Rajoy en Génova, como en las grandes noches, para saludar a sus partidarios.
Rajoy logra una bocanada de oxígeno que le permite llegar a las elecciones europeas o más allá. Por supuesto, es una éxito no previsto de Feijóo, que ha renovado el partido en galicia, quitado de enmedio a los de la boina y transmitido una imagen de modernidad, inédita en el PP gallego.
ZAPATERO A TOMAR NOTA
Y Zapatero debe tomar nota de que la crisis económica le va a costar una sangría de votos en futuras elecciones. Va a tener problemas para contar -a partir de ahora- con los votos del BNG en el Congreso.
Desastre de Touriño que se equivocó de campaña y un cierto fracaso personal de Zapatero que se volcó en el último tramo de campaña. ¿Si hubiera hecho caso a Pepiño Blanco y hubiera delantado a otoño hubiera pasado esto?
EL FUTURO DE FEIJOO, TOURIÑO Y QUINTANA
El éxito de Feijóo es indudable, porque ebutar como candidato y vencer por mayoría absoluta desde la oposición es todo un triunfo.
En su haber, cuenta que ha renovado el partido y formará Gobierno durante los próximos cuatro años con un grupo parlamentario hecho a su medida.
El PP confirma que es el gran dominador de la escena política gallega. El cambio del 2005 -y el del 89- son anomalías en una hegemonía que dura ya 28 años.
El bipartito no ha sabido convencer al electorado. Tanto PSOE como BNG han perdido un escaño cada uno. Los primeros, en la circunscripción por la que se presentaba Touriño (Pontevedra). Los segundos, en la que lideraba Quintana (A Coruña).
Touriño se equivocó no adelantando las elecciones en otoño. Fue una decisión personal, en contra del criterio de muchos dentro de su partido. Errónea y catastrófica para su partido. Se acabó su ciclo. ¿Tiene sustituto?, se pregunta César Rodríguez en La Voz.
El BNG confirmó que el techo de Quintana (13) no era el mismo que el de Beiras (18). Ahora debería asumir su responsabilidad política, tal y como él dijo durante la campaña.
EL FANTASMA DE 2005
La noche ha concluido en fiesta inmensa para los popular, pero arrancó en medio de eneormes dudas. En las elecciones gallegas de 2005, el PP se quedó a un sólo escaño de revalidar su mayoría absoluta.
Obtuvo 37 representantes (11 en La Coruña, 10 en Pontevedra, ocho en Lugo y otros ocho en Orense) y perdió el Gobierno de la Xunta tras el acuerdo alcanzado por el PSG y el BNG.
Los socialistas obtuvieron 25 diputados autonómicos (ocho en La Coruña, también ocho en Pontevedra, cinco en Lugo y cuatro en Orense), mientras que los nacionalistas aportaron 13 escaños (cinco en La Coruña, cuatro en Pontevedra, dos en Lugo y otros dos en Orense).
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