(PL).- Pese a la versión de que el Gobierno de Hugo Chávez había aplazado un año la compra del Banco de Venezuela, filial del Grupo Santander, el presidente ha anunciado por segunda vez este jueves (madrugada del viernes en España) que nacionalizará la entidad.
"No nos hemos retirado y hoy retomamos el asunto: anuncio la nacionalización del Banco de Venezuela para fortalecer el sistema financiero público", ha expresado Chávez en una intervención en el canal estatal Venezolana de Televisión.
La decisión de adquirir el banco fue dada a conocer por primera vez a fines de julio del año pasado. Incluso trascendió que el Gobierno había establecido un precio (1.100 millones de euros) inferior al pretendido por el grupo empresarial español que preside Emilio Botín (el año pasado calculaba que la entidad valía alrededor de 1.320 millones).
Sin embargo, la operación quedó en anuncios y no llegó a formalizarse posiblemente por la caída del precio del petróleo -producto del que depende la economía venezolana- y la falta de liquidez del país comprador, embarcado en una ambiciosa serie de expropiaciones y nacionalizaciones en diversos rubros del sector privado. El estallido de la crisis financiera mundial terminó por ralentizar la negociación entre Caracas y el Santander.
Chávez ha dicho que el interés de Venezuela en la filial de Santander, que tiene 5.861 empleados, está fundado en "esa bola de billetes que tienen los bancos privados, que manejan recursos incluso superiores a los del presupuesto nacional".
Cuando se concrete la nacionalización del Banco de Venezuela, el Estado poseerá 16,44% del total de créditos de la banca y 24,38% de los depósitos, según fuentes financieras. Esta entidad es la tercera en importancia del país, con el 11,59% del total de créditos concedidos y del 11% de los depósitos.
En el último mes, Chávez ha amenazado con nacionalizar Empresas Polar, la compañía de alimentos más grande del país, y ha nacionalizado una arrocera de la estadounidense Cargill, además de adquirir un campo de eucalipto de la compañía irlandesa Smurfitt Kappa y de ordenar la negociación con Coca Cola por los terrenos que la multinacional posee en la periferia de Caracas y que Chávez desea destinar a un programa de viviendas.
La semana pasada, el presidente resolvió tomar el control de los puertos y las fronteras, decisión que perjudicó a los gobernadores de la oposición con influencia en las principales rutas comerciales de Venezuela.
"No nos hemos retirado y hoy retomamos el asunto: anuncio la nacionalización del Banco de Venezuela para fortalecer el sistema financiero público", ha expresado Chávez en una intervención en el canal estatal Venezolana de Televisión.
La decisión de adquirir el banco fue dada a conocer por primera vez a fines de julio del año pasado. Incluso trascendió que el Gobierno había establecido un precio (1.100 millones de euros) inferior al pretendido por el grupo empresarial español que preside Emilio Botín (el año pasado calculaba que la entidad valía alrededor de 1.320 millones).
Sin embargo, la operación quedó en anuncios y no llegó a formalizarse posiblemente por la caída del precio del petróleo -producto del que depende la economía venezolana- y la falta de liquidez del país comprador, embarcado en una ambiciosa serie de expropiaciones y nacionalizaciones en diversos rubros del sector privado. El estallido de la crisis financiera mundial terminó por ralentizar la negociación entre Caracas y el Santander.
Chávez ha dicho que el interés de Venezuela en la filial de Santander, que tiene 5.861 empleados, está fundado en "esa bola de billetes que tienen los bancos privados, que manejan recursos incluso superiores a los del presupuesto nacional".
Cuando se concrete la nacionalización del Banco de Venezuela, el Estado poseerá 16,44% del total de créditos de la banca y 24,38% de los depósitos, según fuentes financieras. Esta entidad es la tercera en importancia del país, con el 11,59% del total de créditos concedidos y del 11% de los depósitos.
En el último mes, Chávez ha amenazado con nacionalizar Empresas Polar, la compañía de alimentos más grande del país, y ha nacionalizado una arrocera de la estadounidense Cargill, además de adquirir un campo de eucalipto de la compañía irlandesa Smurfitt Kappa y de ordenar la negociación con Coca Cola por los terrenos que la multinacional posee en la periferia de Caracas y que Chávez desea destinar a un programa de viviendas.
La semana pasada, el presidente resolvió tomar el control de los puertos y las fronteras, decisión que perjudicó a los gobernadores de la oposición con influencia en las principales rutas comerciales de Venezuela.
1 comentario:
No creo que a Botin le quite el sueño lo que le pueda nacionalizar, cuando empezaron los lios de Repsol, vendio la mayoria de las acciones y posesiones, por algo es "pasiego" (los mas listos de Cantabria.
Uno de los banqueros de raza que hay en España.
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