PD).- Un chaval británico dibujó un pene gigante en el tejado de su casa para los millones de usuarios que utilizan Google Earth. Pero ahora los progenitores están abochornados de que su hogar se haya hecho famoso de esta forma.
Rory McInnes dibujó un esquemático falo en el tejado de la mansión familiar —un lienzo propicio— en West Berkshire, supuestamente después de ver un programa sobre las posibilidades de Google Earth, según informa el diario británico 'The Guardian'.
El procaz boceto ha estado provocando el jolgorio o la estupefacción de los eventuales observadores de la rareza artístico-geográfica durante un año, el tiempo que han tardado los padres en descubrir la obra de su retoño.
La pintura es uno de tantos guiños de los habitantes del Planeta a los satélites que captan imágenes de la Tierra, y que luego son archivadas, indexadas y expuestas a los ojos de cualquier usuario que descargue el programa en su ordenador o acceda a la aplicación desde un dispositivo conectado a Internet.
Hay chavales que se han divertido, dibujando pollas monstruosas en el cesped del jardín del colegio. O en el techo de la escuela.
Pero no es una afción nueva. En el siglo XVII, cuando no existía Google Erath ni se le esperaba, hubo campesinos británicos que perdieron semanas grabando la figura de un sujeto en estado de franca excitación sexual, en la ladera de una calcarea colina.
Rory McInnes dibujó un esquemático falo en el tejado de la mansión familiar —un lienzo propicio— en West Berkshire, supuestamente después de ver un programa sobre las posibilidades de Google Earth, según informa el diario británico 'The Guardian'.
El procaz boceto ha estado provocando el jolgorio o la estupefacción de los eventuales observadores de la rareza artístico-geográfica durante un año, el tiempo que han tardado los padres en descubrir la obra de su retoño.
La pintura es uno de tantos guiños de los habitantes del Planeta a los satélites que captan imágenes de la Tierra, y que luego son archivadas, indexadas y expuestas a los ojos de cualquier usuario que descargue el programa en su ordenador o acceda a la aplicación desde un dispositivo conectado a Internet.
Hay chavales que se han divertido, dibujando pollas monstruosas en el cesped del jardín del colegio. O en el techo de la escuela.
Pero no es una afción nueva. En el siglo XVII, cuando no existía Google Erath ni se le esperaba, hubo campesinos británicos que perdieron semanas grabando la figura de un sujeto en estado de franca excitación sexual, en la ladera de una calcarea colina.
2 comentarios:
Lo que hace el ocio.
jajajaa y tambien el humor
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