ABC.CÓRDOBA. Cuando a comienzos de la primavera de 2007 la Dirección-Gerencia del Hospital Reina Sofía reactivó el programa que tiene firmado con el Servicio Andaluz de Salud (SAS) para combatir la elevada tasa de absentismo, los principales sindicatos con representación en el centro sanitario reclamaron que tal iniciativa no se limitara a ser una persecución de los empleados de baja por enfermedad. «Este proyecto no puede consistir en introducir medidas fiscalizadoras de la plantilla: lo que hace falta es que se haga un estudio de las necesidades laborales y que se aborden las sustituciones de los profesionales», señaló entonces un portavoz del personal sanitario.
La Dirección-Gerencia del complejo, que en la actualidad negocia con los delegados sindicales las suplencias del próximo verano, tomó nota de la petición. Tanto que el subdirector de Personal del centro hospitalario, Casto Ortiz, adelantó a ABC que «vamos a hacer un análisis de cuáles son las necesidades de personal y materiales» de los servicios del Reina Sofía más problemáticos.
La intención de los directivos es que este informe lo realice una empresa externa. Esa entidad se centrará en aquellas unidades que, con los datos de los que se disponen en este momento, registren más demanda de incapacidades temporales o, en palabras de Casto Ortiz, «que tengan más solicitudes de traslado de los profesionales».
Servicios por decidir
El subdirector de Personal apostilló que en la actualidad «se está decidiendo en qué servicios» se hará la auditoría, «y para ello queremos contar con el consenso de los diferentes sindicatos». Ortiz aseguró que su equipo se emplea ahora con el objetivo de que «este mismo año se queden hechos, por lo menos, uno o dos estudios de otras tantas unidades, en función de los que tomaremos las decisiones oportunas para mejorar las condiciones de trabajo y, al tiempo, la asistencia que se presta a los ciudadanos». Así, el directivo no albergó duda de que el análisis en profundidad de los departamentos que se determinen «comience en sólo unos meses».
Médico del trabajo desde 2007
Las principales centrales sindicales no se han pronunciado sobre esta iniciativa de la Dirección-Gerencia del complejo sanitario de la capital, si bien es cierto que ésta se incardina en las demandas de los trabajadores, que en abril del año pasado recordaron que «si los empleados no van a trabajar no es por capricho», sino que se debe a la sobrecarga de ocupaciones, «a la falta de recursos y a la mala distribución de los cometidos».
De otro lado, hay que recordar que el pasado mes de julio el Hospital contrató, a través de un concurso público, a un médico del trabajo -hasta entonces carecía de él- para velar por la promoción de la salud entre los empleados del complejo. Además, este profesional tiene por cometido evaluar las enfermedades y los accidentes laborales y estudiar cómo el puesto desempeñado por cada asalariado influye en su estado físico y mental.
Entre sus misiones se halla, además, la adecuación de las responsabilidades laborales al perfil de cada individuo, que es una de las demandas de los sindicatos mayoritarios en el complejo sanitario.
Avicena o Ibn Siná (como fue llamado en persa y en árabe) nació en el año 980 en Afshana (provincia de Jorasán, actualmente en Uzbekistán). Cuando tan sólo contaba con 17 años ya gozaba de fama como médico por salvar la vida del emir Nuh ibn Mansur. Puede ser considerado el inventor de la traqueotomía, cuyo manual operatorio sería precisado por el célebre cirujano árabe Abū el-Kasis de Córdoba. Libros: El canon de medicina, El libro de la curación, Poema de la medicina
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