viernes, 10 de marzo de 2023

La Fiscalía acusa al Barcelona de comprar árbitros

 La denuncia de la Fiscalía de Barcelona por el 'caso Negreira' ya está en manos del Juzgado de Instrucción numero 1 de Barcelona. El Ministerio Público acusa al ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), José María Enríquez Negreira, a los ex presidentes del Barça, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, a sus directivos, Óscar Grau y Albert Soler.

Bartomeu en una imagen de archivo
Bartomeu en una imagen de archivo© Emilio Morenatti/MUNDO

Acusa además al propio club como persona jurídica, por un delito continuado de corrupción en los negocios, en su modalidad de fraude deportivo, otro de administración desleal y otro de falsedad en documento mercantil.

La Fiscalía señala que "a través de los presidentes Sandro Rosell Josep Maria Bartomeu, el Barça alcanzó y mantuvo un acuerdo verbal estrictamente confidencial" con el denunciado Enríquez Negreira.

Ese acuerdo se basaría en que, en su calidad de vicepresidente del CTA, Enríquez Negreira, "a cambio de dinero, realizase actuaciones tendentes a favorecer al Barcelona en la toma de decisiones de los árbitros en los partidos que disputase el club y así en los resultados de las competiciones"-

El Ministero público recuerda que "la designación para cada partido de las competiciones españolas oficiales de ámbito estatal y profesional se lleva a cabo en el seno del CTA, que además realiza evaluaciones -en las que participaba el denunciado- para los ascensos y descensos de categoría de los árbitros y propone los candidatos a árbitros internacionales".

En este sentido, la Fiscalía remarca que los pagos a Negreira se hicieron a traves de dos sociedades, Dasnil 95 y Nilsad, de las que eran administradores el ex arbitro y que entre 2014 y 2018, el periodo investigado, recibió 2,97 millones de euros del Barça. Señala que estas sociedades "se nutrían prácticamente en su totalidad de los ingresos procedentes" del club azulgrana y que el efectivo era retirado con cheques al portador cobrados por empleados del ex árbitro y le entregaban el dinero en efectivo "desconociéndose el destino definitivo de las detracciones realizadas".

También destaca que cuando Enriquez Negreira fue relevado de la vicepresidencia del CTA en el mes de mayo de 2018, el Barça "puso fin a todos los pagos". La investigación comenzó con una inspección de Hacienda al Barça por el impuesto de sociedades de 2015 a 2018 y el IVA de 2015 a 2017 por los pagos en las facturas de las sociedades del ex árbitro.

Hacienda reclamó "la identificación de los profesionales, técnicos o personal auxiliar que desarrollaron esos servicios así como copia de los vídeos, documentos o informes en los que se concretaron los trabajos de asesoramiento específico. La respuesta del FC Barcelona fue que no se había encontrado la documentación requerida. En consecuencia, se consideró no deducible el gasto en el Impuesto sobre Sociedades así como el IVA soportado por el obligado tributario por cuanto no existía conexión entre el gasto realizado y la generación de rendimiento y tampoco se individualizaba el servicio prestado ni relación directa con la actividad empresarial o profesional del club".

En 2021 el Barça admitió la regularizacion del impuesto de sociedades abonando 404.249,52 euros, más otros 52.324,74 de intereses de demora. "Por tanto, las facturas perdieron la presunción de validez del acto que incorporaban, a pesar de acreditar el pago efectivo, cuando de la actuación de comprobación e investigación llevada a cabo por la Inspección de los Tributos se concluyó que dichas facturas no se correspondían con prestaciones de servicios por parte de las empresas antes referidas ante la falta de una prueba que acreditara la realidad de la actividad desarrollada por aquellas·, señala la Fiscalia ante una posible falsedad docuimental.

Un burofax amenazante

La Fiscalia tambien señala que en febrero de 2019 Enríquez Negreira envió un burofax, tal y como adelantó EL MUNDO; al Gabinete de Presidencia del FC Barcelona, en concreto a Bartomeu, "recriminándole el cese de la relación mantenida en el tiempo, exigiéndole alcanzar una solución justa para ambas partes y advirtiéndole de las consecuencias de no hacerlo,".

En este sentido, se reproduce el mensaje en la denuncia: "Personalmente no profeso animadversión hacia ninguna persona del Club, ni contra usted ni especialmente contra el Sr. Rosell o el Sr. C, y no tengo voluntad de dar publicidad a todas las irregularidades que he conocido y vivido de primera mano en relación con nadie del Club, pero usted me obligará a ello si no reconsidera su decisión y cumple con el acuerdo que teníamos de seguir contando con mis servicios hasta fin de mandato presidencial. Tengo la razón y el derecho que amparan dicha reclamación. Tanto usted como el Sr. Rosell, como Vicepresidente y Presidente y viceversa, por no citar a más, convinieron conmigo los acuerdos que hoy ustedes pretenden incumplir impunemente".

La denuncia señala que el Barça pagó desde el 2001 al 2018 al ex árbitro durante su vicepresidencia en el CTA, más de 7,3 millones de euros según el histórico de importes facturados anualmente por las sociedades de Negreira. "Ello supuso una auténtica remuneración no prevista en los estatutos del Club ni aprobada por la Asamblea General por lo que carecía de título que lo justificara. En definitiva, dichas percepciones no tuvieron soporte legal ni estatutario alguno", indica el fiscal quien recuerda ademas que entre 2011 y 2014, durante la presidencia de Rosell, se pagaron dos millones de euros.

Enríquez hijo, al margen

Javier Enríquez, hijo del ex árbitro y que aparece como administrador en alguna de las sociedades no está denunciado por el Ministerio Público. Sin embargo, el fiscal remarca que el hijo de Enríquez Negreira constituyo una sociedad para el "asesoramiento deportivo de coaching y la elaboración de informes arbitrales para equipos de fútbol" que fue contratada por Bartomeu, a través de un intermediario fallecido, en 2016 para "confeccionar semanalmente informes técnicos arbitrales para cada partido de Primera División del FCB y de Segunda División B, así como realizar un análisis posterior de cada partido valorando el acierto o error en la toma de decisiones arbitrales".

Para el fiscal, Bartomeu y sus dos directivos eran las "únicas personas que conocían el entramado" y "evitaron a toda costa" que el hijo de Enríquez Negreira fuera contratado directamente por el Barça para "no relacionar" su apellido con el club. Fue el intermediario fallecido el que libró facturas al Barcelona por valor de 450.120 euros entre junio de 2016 y octubre de 2018, de los que se quedaba una parte.

Padre e hijo están querellados por el árbitro catalán Xavier Estrada Fernández por un delito de fraude en los negocios. El Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona le impuso una fianza de 3.000 euros para ejercer la acusación popular, no la particular. Fuentes judiciales indican que el abogado de Estrada ya anunció que abonará la cantidad para ser parte en este procedimiento, que ahora cuenta con la denuncia de la Fiscalia.

Corromper trencillas

Sobre el presunto pago a los árbitros, el artículo 286.4 del Código Penal establece que cometerán un delito de corrupción en los negocios "los directivos, administradores, empleados o colaboradores de una entidad deportiva, cualquiera que sea la forma jurídica de ésta, así como a los deportistas, árbitros o jueces, respecto de aquellas conductas que tengan por finalidad predeterminar o alterar de manera deliberada y fraudulenta el resultado de una prueba, encuentro o competición deportiva de especial relevancia económica o deportiva". Este es uno de los delitos por los que la Fiscalía acusa al Barcelona como persona jurídica.

La Fiscalía calcula que desde 2001 a 2018 Negreira cobró más de 7,3 millones de euros, a lo que la fiscal señala: "Supuso una auténtica remuneración no prevista en los estatutos del club ni aprobada por la Asamblea General. En definitiva, dichas percepciones no tuvieron soporte legal ni estatutario alguno". Su denuncia afirma que dos empresas de Negreira giraron facturas al Barça "sin que las mismas respondieran a ninguna prestación o servicios de asesoramiento técnico real", y concreta que facturó al Barça 2.971.673,01 euros entre 2014 y 2018.

El escrito añade que las cuentas bancarias donde Negreira recibía los pagos "se nutrían prácticamente en su totalidad de los ingresos procedentes del FCB los cuales eran retirados, en su gran mayoría, mediante cheques al portador" que cobraban terceras personas por encargo de Negreira, a quien entregaban luego el efectivo. Negreira fue relevado del CTA en mayo de 2018 y entonces el Barça dejó de pagarle, lo que Negreira recriminó a Bartomeu en un burofax.

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