domingo, 18 de marzo de 2018

Los Mossos iban a destruir los documentos que revelan los contactos entre la CUP y los batasunos


Los Mossos intentaron destruir en la incineradora dos cajas con documentos sobre la Casa Real


Los Mossos maniobraban para destruir los documentos que revelan los contactos entre la CUP y los batasunos. La información sobre sus contactos se encontraba entre los dosieres que los agentes autonómicos llevaban el pasado 26 de octubre a la incineradora para eliminarlos antes de que fuesen descubiertos por la Policía Nacional a causa de la entrada en vigor del 155.
Los documentos, que en estos momentos se encuentran en poder de la Policía y a disposición judicial, revelan varios hechos: el primero, que los propios Mossos consideraban peligrosos estos contactos. Porque, de hecho, los siguieron y elaboraron informes sobre lo que ocurría en los contactos. El segundo, que, pese a ello, la vieja Convergencia no tuvo problema alguno en pactar con la CUP para formar Gobierno. Y ello, sabiendo de antemano que uno de sus socios mantenía contactos habituales con Sortu y Bildu.
Uno de los momentos que recabó más atención de los Mossos fue el que se produjo en 2014 a raíz de la presentación de la candidatura europea “Los Pueblos Deciden”. Los Mossos elaboraron informes sobre los contactos mantenidos con ese motivo por la CUP y Bildu. Pero también con otra formación política: BNG.

Los seguimientos continuaron. Y se fue ampliando el radio de acción. Los Mossos investigaron, así, todo lo rodeado con el “acta del Grupo de Acción Parlamentaria de la CUP”; se hicieron con la “hoja de ruta de la CUP” de las “elecciones de 2015”; y con el “acta de reunión con Sortu realizada el 28 de enero de 2014 en el Casal Independentista de Sants de Barcelona”, tal y como muestran los documentos a los que ha tenido acceso OKDIARIO.
Porque los Mossos sabían, al menos desde 2014, que la CUP tenía contactos con los grupos batasunos. Pero, ni les preocupó a los separatistas a la hora de hacer alianzas para controlar la Generalitat, ni querían que se enterara la Policía Nacional.


La Guardia Civil hace tiempo que investiga, de hecho, estas relaciones de la CUP y los batasunos. La CUP de Anna Gabriel está siendo investigada actualmente por la Benemérita precisamente por las relaciones financieras y políticas que mantiene con grupos radicales vascos e internacionales. La Guardia Civil ha puesto ya la lupa sobre los vínculos que unen a estos colectivos y que habitualmente usan como mecanismo de conexión la web “withcatalonia.org” -tal y como adelantó OKDIARIO-. Los contactos son habituales y muchos de ellos fueron tendentes al apoyo al golpe del 1-O.
Contactos que han hecho que la Guardia Civil investigue si, además de compartir objetivos y contactos, también comparten estructura financiera. Entre esas relaciones, destaca una especialmente, la que desembocó en el encuentro del pasado 16 y 17 de diciembre en Barcelona bajo el lema “Construyamos república. Encuentro popular de solidaridad con Catalunya”. Para esa cita se coordinaron 122 grupos nacionales e internacionales y otros 14 dieron apoyo. Entre ellos, figuraba toda una larga lista de grupos de extrema izquierda y grupos radicales vascos. Así, entre los asistentes se encontraron miembros de Sortu, Askapena, Alternatiba (Euskal Herria), Altsasu Gurasoak o EH Bildu, procedentes del País Vasco.
Toda una colección de grupos catalanes como Arran, Xarxa Roja Catalunya y toda una larga colección de CDR nacionales e internacionales (de Barcelona, Mallorca, París, México y Burdeos).
Todo el habitual repertorio de grupos procedentes de toda España como el SAT -el sindicato de Diego Cañamero-, Izquierda Castellana, Junta Revolucionaria de Vallekas, BNG, Plataforma pel Dret de Decidir del País Valencià, Marchas por la Dignidad de Madrid, etc. Y grupos internacionales como el Revolutionary Communist Group Liverpool, New York Coalition for Human Rights in Catalonia o el Bloco de Esquerda de Portugal.
Presencias y ramificaciones a las que hay que sumar los grupos que, adicionalmente, dieron apoyo, como Yesca de Madrid, Sinistra Anticapitalista de Italia, Unidos en la Lucha (Perú), el Partido Socialismo y Libertad de Venezuela o Izquierda Socialista-FIT (Argentina). La Guardia Civil analiza ya todos esos contactos a la vista de que los eventos han debido pagarse con subvenciones -principal fuente de recursos de la CUP- y que esas partidas públicas son finalistas. Es decir, no se pueden utilizar para cualquier fin. La Guardia Civil comprueba, además, si hay vínculos de cruce de financiación entre algunos de esos grupos. Cruces que podrían estar dirigiendo fondos hacia fines como el apoyo al golpismo separatista.









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