Primero se remiten al código ético para descartar la expulsión de Chaves y Griñán; 45 minutos después, a la imputación de un delito.
Ketty Garat
La descoordinación en el PSOE se ha convertido en la marca de la casa. Y si al tsunami por la destitución de Tomás Gómez, le sigue la citación como imputados por el Tribunal Supremo a Chaves y Griñán, el PSOE no gana para tormentas, ni para rectificaciones. Si ayer era la secretaria ejecutiva, Luz Rodríguez, quien se rectificaba a sí misma por el procedimiento de elección del candidato del PSM, hoy ha sido el portavoz parlamentario, Antonio Hernando, quien ha tardado cuarenta y cinco minutos en decir una cosa y la contraria.
Mientras comparecía Hernando en rueda de prensa, se confirmaba la imputación de Manuel Chaves y José Antonio Griñán, a lo que el portavoz parlamentario socialista respondía apelando al código ético del PSOE: se expulsará a los expresidentes andaluces y se les obligará a dejar sus escaños si son llamados a juicio oral por el caso de los ERE.
"El principio es claro, en el momento en que hubiese, cosa que descarto absolutamente, una llamada a juicio oral sería el momento de tomar decisiones", sentenció Hernando. "Ojalá se produzca pronto", afirmó Hernando, quien descartó que "no hay ningún temor" y aseguró que este caso "no tiene nada que ver" con las expulsiones, previas a la imputación, de los detenidos en la llamada 'operación Púnica' y el caso de las tarjetas black.
Rectificación vía SMS
Cuarenta y cinco minutos después, mensaje de móvil del PSOE: "Urgente. Declaraciones de Antonio Hernando a las 14:00 horas sobre la citación de Chaves y Griñán".
Segunda rueda de prensa de la mañana en la que el portavoz materializaba la rectificación de la dirección federal. "Lo que es evidente es que el error ha sido mío", decía al explicar que, una vez leído el auto, la nueva postura del PSOE no es la del código ético, sino la siguiente: "en el momento en que se les imputase la comisión de algún delito, sí tendrían que entregar el acta de diputado, cumpliendo así con la palabra del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez".
Andalucía marca el paso
La pregunta que no quiso contestar Hernando -¿qué ha pasado en estos cuarenta y cinco minutos para que haya este cambio de criterio?-, se responde con lo que ocurría previamente en Andalucía. El portavoz andaluz, Miguel Ángel Vázquez, manifestaba lo contrario y recordaba que la presidenta, Susana Díaz, ha defendido que los miembros del PSOE que sean imputados "por un delito" deben dejar los escaños.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Vázquez explicaba que "no sé en calidad de qué han sido citados los expresidentes; en cualquier caso, la presidenta dejó clara cuál era su posición como secretaria general del PSOE de Andalucía y es que fueran imputados por el señalamiento de algún delito", ha recalcado.
La hemeroteca de Susana y Pedro
Y es que en este asunto, mucho más que el código ético aprobado hace meses por el nuevo PSOE de Pedro Sánchez, pesa la doctrina acuñada por la baronesa, Susana Díaz en la segunda semana de noviembre, cuando Chaves y Griñán fueron pre-imputados. "Cualquier persona que resulte imputado por el Supremo, va a tener que dejar el escaño", dijo entonces Susana Díaz.
Criterio algo más tibio en el caso del secretario general, Pedro Sánchez, quien, por las mismas fechas, aseguró en Telecinco que "en el momento en que se detecten actos delictivos, el PSOE actuará con contundencia"
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