El pasado mes de noviembre tuvo lugar una campaña de cáritas cuyo fin era pedir ayuda para los más necesitados, a través de la llamada “operación kilo”.
La parroquia Beata María Ana de Mogas de Madrid, cuyo párroco es el padre Jorge González Guadalix, está situada en el barrio del sindicalista de CCOO Ignacio Fernández Toxo, que se negó a colaborar con los pobres aportando un kilo de comida a la salida del supermercado, según Libertad Digital.
El párroco destaca la importante labor desarrollada por la Iglesia durante la crisis y asegura que “cuando un pobre tiene necesidad, busca ayuda en la parroquia”. Añade que “Cáritas ha multiplicado sus ayudas a través de comedores sociales” y que su parroquia, de un barrio del norte de Madrid, llena el carro de la compra a más de 40 familias cada mes.
Además, la parroquia cuenta con un “servicio de orientación y búsqueda de empleo”, en el que gracias a la colaboración de voluntarios, lleva atendidas a más de 400 personas en dos años, y más de la mitad han conseguido un puesto de trabajo.
El párroco asegura que “cuando nos enteramos de que hay algún puesto de trabajo vacante, avisamos, y a las pocas horas ya hay candidatos en la puerta de la persona que lo necesita”.
Las historias que ha contado durante la entrevista con Javier Algarra, en el programa Dando Caña, de Intereconomía Televisión, son realmente dramáticas. Destaca el fenómeno de los “pelo limpio” que son profesionales de mediana edad que han perdido su puesto de trabajo a causa de la crisis y acuden a Cáritas para conseguir alimentos para sus familias. Es el caso de mujeres que acuden a la parroquia a llenar el carro de la compra porque han echado a los hijos del comedor del colegio por no pagar la mensualidad.
El padre Jorge González asegura que hay personas que acuden a la parroquia a pedir alimentos con traje y corbata y con maletín de ejecutivo, maletín en el que él mismo se encarga de meter una botella de aceite y otros alimentos.
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