El abuso de radiación ultravioleta para tener una piel bronceada puede provocar a corto plazo quemaduras y alergias y, a largo plazo, arrugas y cáncer cutáneo, según ha explicado el presidente de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), el doctor José Carlos Moreno, quien recuerda que su uso debe ser moderado y aboga por una regulación "más clara" sobre sus efectos nocivos.
Así, el jefe del Servicio de Hospital Reina Sofía de Córdoba ha explicado, en una entrevista a Europa Press, que "muchas personas no son conscientes de este riesgo, otras hacen oídos sordos a las advertencias que realizamos constantemente los dermatólogos, incluso la Administración no se ocupa suficientemente de controlar las cabinas de UVA".
Por este motivo, entiende, que, como ocurre en otros productos como el tabaco, en el que sí parece se toman las advertencias necesarias, debería indicarse a los usuarios que la radiación ultravioleta puede ser perjudicial para la salud.
"Prohibirlas no tiene mucho sentido, hay cantidad de cosas en el medioambiente malas para el organismo y no por eso se prohíben; se tiene que intentar que la gente conozca los riesgos", por este motivo, señala que "sería recomendable que las cabinas tuvieran advertencias de que pueden perjudicar seriamente la salud si no se toman de forma regulada".
Asimismo, indica que es necesario que haya una regulación sobre su uso, el tipo de ultravioleta y dónde se pueden suministrar. "Tenemos que procurar que las personas que proporcionen este servicio, al menos, tenga un conocimiento mínimo sobre su uso adecuado", añade.
La radiación ultravioleta es necesaria para el organismo y sintetiza la vitamina D; además son muchos sus fines terapéuticos en el tratamiento de diversas enfermedades cutáneas. Pero "su exceso puede, sin lugar a duda, ser perjudicial".
Moreno aclara que, aunque "realmente desde el punto de vista de la medicina no se puede decir que sea bueno", realmente el organismo puede aceptar sin riesgo su exposición puntual. "El problema es estar tomando de forma reiterada rayos UVA", ya que, añade, "la piel tiene memoria y las dosis se acumulan".
El organismo tiene una capacidad determinada de recibir radiación ultravioleta, pero una vez que superada los rayos se acumulan en la piel y comienzan a producir radicales libres que son el primer paso para la aparición de efectos indeseables. Además, hay que tener en cuenta que la intensidad de radiación ultravioleta de las lámparas de los aparatos de bronceado es muy superior a la de la radiación solar, es decir, "las radiaciones que recibimos son mucho más concentradas y por ello mucho más perjudiciales".
Moreno, que afirma desconocer de dónde ha salido tal afirmación, lamenta que está creencia se haya generalizado porque "en el mejor de los casos si se consigue un moreno, la protección natural frente a los rayos ultravioletas no supera el factor tres ó cuatro de protección".
La radiación ultravioleta provoca modificaciones en el ADN celular, y, entonces, es cuando aparece el cáncer. La cuestión, indica el experto, es que aún no se sabe qué población estará afectada por la exposición reiterada al bronceado artificial, ya que el cáncer cutáneo tiene un periodo de incubación de 20 años aproximadamente que es el mismo tiempo que lleva esta moda entre la población, y, por tanto, será ahora empiezan a surgir las primeras afectaciones.
No obstante, destaca, también tienen un uso beneficioso, ya que existen terapias con rayos ultravioletas banda A que están indicados en el tratamiento de diversas enfermedades como psoriasis, vitíligo, dermatitis atópica o linfomas. "La más conocida es la psoriasis y es la enfermedad que mejor responde" a los tratamientos existentes.
Así, el jefe del Servicio de Hospital Reina Sofía de Córdoba ha explicado, en una entrevista a Europa Press, que "muchas personas no son conscientes de este riesgo, otras hacen oídos sordos a las advertencias que realizamos constantemente los dermatólogos, incluso la Administración no se ocupa suficientemente de controlar las cabinas de UVA".
Por este motivo, entiende, que, como ocurre en otros productos como el tabaco, en el que sí parece se toman las advertencias necesarias, debería indicarse a los usuarios que la radiación ultravioleta puede ser perjudicial para la salud.
"Prohibirlas no tiene mucho sentido, hay cantidad de cosas en el medioambiente malas para el organismo y no por eso se prohíben; se tiene que intentar que la gente conozca los riesgos", por este motivo, señala que "sería recomendable que las cabinas tuvieran advertencias de que pueden perjudicar seriamente la salud si no se toman de forma regulada".
Asimismo, indica que es necesario que haya una regulación sobre su uso, el tipo de ultravioleta y dónde se pueden suministrar. "Tenemos que procurar que las personas que proporcionen este servicio, al menos, tenga un conocimiento mínimo sobre su uso adecuado", añade.
La radiación ultravioleta es necesaria para el organismo y sintetiza la vitamina D; además son muchos sus fines terapéuticos en el tratamiento de diversas enfermedades cutáneas. Pero "su exceso puede, sin lugar a duda, ser perjudicial".
Moreno aclara que, aunque "realmente desde el punto de vista de la medicina no se puede decir que sea bueno", realmente el organismo puede aceptar sin riesgo su exposición puntual. "El problema es estar tomando de forma reiterada rayos UVA", ya que, añade, "la piel tiene memoria y las dosis se acumulan".
El organismo tiene una capacidad determinada de recibir radiación ultravioleta, pero una vez que superada los rayos se acumulan en la piel y comienzan a producir radicales libres que son el primer paso para la aparición de efectos indeseables. Además, hay que tener en cuenta que la intensidad de radiación ultravioleta de las lámparas de los aparatos de bronceado es muy superior a la de la radiación solar, es decir, "las radiaciones que recibimos son mucho más concentradas y por ello mucho más perjudiciales".
NO SE SABE AÚN CÓMO HA AFECTADO A LA POBLACIÓN
Desde la AEDV alertan de que un error muy frecuente es creer que el uso de cabinas de bronceado no es dañino o pensar que es bueno hacer sesiones de rayos ultravioleta antes de la temporada de baños para 'preparar' la piel. Moreno, que afirma desconocer de dónde ha salido tal afirmación, lamenta que está creencia se haya generalizado porque "en el mejor de los casos si se consigue un moreno, la protección natural frente a los rayos ultravioletas no supera el factor tres ó cuatro de protección".
La radiación ultravioleta provoca modificaciones en el ADN celular, y, entonces, es cuando aparece el cáncer. La cuestión, indica el experto, es que aún no se sabe qué población estará afectada por la exposición reiterada al bronceado artificial, ya que el cáncer cutáneo tiene un periodo de incubación de 20 años aproximadamente que es el mismo tiempo que lleva esta moda entre la población, y, por tanto, será ahora empiezan a surgir las primeras afectaciones.
No obstante, destaca, también tienen un uso beneficioso, ya que existen terapias con rayos ultravioletas banda A que están indicados en el tratamiento de diversas enfermedades como psoriasis, vitíligo, dermatitis atópica o linfomas. "La más conocida es la psoriasis y es la enfermedad que mejor responde" a los tratamientos existentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario