Tras la abolición de los toros en Cataluña, Rajoy y Blanco coincidieron ayer una corrida. Al ministro le brindaron un toro y se llevó un abucheo.
Unidos por las Fiestas de la Peregrina. El presidente del PP, Mariano Rajoy, y el ministro de Fomento, José Blanco, se convirtieron ayer en los protagonistas de la jornada taurina en Pontevedra. Ni la llegada de los cabeza de cartel causó tanta expectación en los alrededores de la plaza como la presencia de los políticos.
Y ambos coincidieron en su defensa a las corridas, si bien con distintos matices. Contundente, el líder popular hizo un alegato contrario a cualquier tipo de prohibición. «Si lo que me preguntan es si estoy a favor de prohibir los toros, mi respuesta es no, creo que ya hay suficientes prohibiciones. En España tenemos que empezar a hablar de prohibido prohibir», sentenció. Comedido, por su parte el representante estatal aseguraba a su llegada que él está a favor de la libertad, «que cada uno actué en función de lo que crea conveniente».
Ni un duro de PSOE y BNG
«Para disfrutar de una excelente jornada de toros». Este fue el argumento de Blanco para justificar su presencia en el coso, el único permanente en Galicia y que desde la llegada del BNG a la alcaldía —en coalición con los socialistas—, se ha quedado sin subvención municipal, si en cambio mantiene la de la Diputación Provincial, en la que gobierna el PP. «Aquí estoy apoyando la fiesta», añadió el ministro, en plena polémica tras la abolición de los toros en Cataluña. Y era Rajoy el que ironizaba a su llegada con que lleva desde 1983 asistiendo a los festejos de la Peregrina y nunca había causado tanta expectación entre la prensa. «Qué pasa hoy», se preguntó ante una Ana Pastor en cuclillas encerrada entre la marea de periodistas, como si fuera una más.
Ya en la plaza, en la primera parte tres faenas; dos buenas y una que no lo fue tanto, la de Miguel Abellán que le brindaba el toro a José Blanco entre los abucheos de los taurinos en una abarrotada plaza de Pontevedra. No se pidieron orejas hasta que entró Luis Bolívar en la plaza, si en cambio celeridad para el AVE gallego. Este se ha convertido ya en una constante en el Lérez, «Pepiño danos el AVE» es ya una consigna más entre las peñas. Aún así, no consiguieron amilanarle, saludando al público Blanco, quien estuvo más preocupado por el móvil que por la propia corrida, esbozaba casi sin inmutarse una sonrisa visiblemente forzada desde las gradas del tendido 6, junto a diputados del PSdeG.
Juan José Padilla brilló en la plaza, como lo hizo el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien acompañó a Rajoy en el palco, para ellos fueron otros dos de los toros de la tarde. Junto a varios miembros de la cúpula del PP gallego, varios consejeros y el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, el presidente de la Xunta también se pronunció sobre la abolición: «La libertad está por encima de la censura, existe muchísima gente a la que le gusta esta fiesta y a otros no, yo soy igual de respetuoso con ambos», afirmó. Interpelado sobre el hecho de que en Galicia se puedan llegar a plantear iniciativas legislativas como la de Cataluña, mostró su deseo de que no se «limiten o disminuyan los derechos y las libertades».
Fuente:ABC
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