Critiqué su doble vara de medir ante los asesinatos en el ámbito doméstico
Criticar el silencio de Colau ante el asesinato de una lesbiana a manos de su pareja. Esto es lo que ha provocado que su “Observatorio de Medios” sitúe en su radar a este modesto blog.Un órgano pagado con dinero público para acusar de ‘odio’ al que discrepa
Hace un mes un grupo de periodistas afines al nacionalismo presentó el llamado “Observatorio del Discurso del Odio en los Medios”, patrocinado por el Ayuntamiento de Barcelona y por la Generalidad de Cataluña. Ya en su lanzamiento, este nuevo órgano de censura puso en su diana a diarios digitales y blogs críticos con el nacionalismo, como Libertad Digital, Periodista Digital, Ok Diario, La Gaceta y Dolça Catalunya. La estrategia es la misma de siempre: acusar de “odio” a los que contradicen las tesis ideológicas del separatismo y de la izquierda. De esta forma, discrepar del nacionalismo catalán te convierte en “catalanófobo”; si criticas la ideología de género o los planteamientos de los lobbys LGTB, te señalan como “homófobo” o “transfóbico”; si no te parece bien el Islam, te llaman “islamófobo”; y si cuestionas siquiera remotamente al feminismo radical, te tildan de “machista”. Se trata de una estrategia de estigmatización y criminalización de la discrepancia muy parecida a la que ya usaron las dictaduras comunistas, que convertían automáticamente a todo disidente en “contrarrevolucionario”, “fascista” y “enemigo del pueblo”.
Señalado por denunciar el silencio de Colau ante el asesinato de una lesbiana
Cuando un político crea un organismo para señalar a los medios que le resultan incómodos, el problema es que ya no cabe esperar a que se limite a poner en su diana a quienes discrepan ideológicamente de ese político. Cualquiera que deje en evidencia al político de turno podrá ser señalado. Eso es lo que ha ocurrido con Contando Estrelas. Como recordaréis, el 18 de abril publiqué aquí una entrada denunciando el silencio de la alcaldesa de Barcelona ante el asesinato de una lesbiana a manos de su pareja. Indiqué entonces que Colau, que ha dedicado tuiteos e incluso actos de repudio a crímenes cometidos por hombres contra sus mujeres, en este caso no publicó ni un mísero tuiteo. La entrada no tuvo demasiada difusión, pero parece que la cosa llegó a oídos del consistorio barcelonés.
El ‘Observatorio’ no contesta a ninguno de mis argumentos
El 19 de abril el “Observatorio” de medios de Colau publicó un artículo sobre el citado asesinato. En él no mencionaba a Contando Estrelas, pero enlazaba la entrada de este blog en la que critiqué el silencio de Colau. Esto es lo que decía (traduzco del original en catalán):
“La Vanguardia reconoce, también, que el crimen no puede ser considerado violencia de género, aunque sí doméstica “por razones obvias”. No explica, sin embargo, las razones, a un lector que puede verse influenciado también por otros elementos, como esta perla, que refleja el discurso que aboga por librar la tipificación de la violencia de género, precisamente, de su componente de género.”En la expresión “como esta perla” se incluye el enlace a mi artículo. Por lo visto, a Colau le preocupa que alguien pueda verse influenciado por lo que lee en Contando Estrelas, pero es incapaz de ofrecer argumentos en contra. Que yo cuestione el mismo término de “violencia de género”, por tener una clara carga ideológica y por discriminar a víctimas de crímenes domésticos, no justifica que un organismo de un ayuntamiento me señale con el dedo. No al menos en una democracia. A todo lo que apunté en aquella entrada, el citado “Observatorio” no responde. Tal vez porque en ese artículo me limité a constatar los vergonzosos efectos de una ideología de género que pone en un segundo plano a las víctimas que no son asesinadas por un varón (o incluso a los homosexuales asesinados por sus parejas masculinas). ¡Y resulta que el “odio” me lo atribuyen a mí por denunciar esa discriminación motivada por la una ideología!
Una reedición de la vieja censura pero con un nuevo disfraz
Si Colau quiere sostener de una forma creíble la ideología que la lleva a callarse ante el asesinato de una lesbiana a mano de su pareja, ofrezca buenos argumentos -si es que los encuentra- y deje de señalar sin más al que le lleva la contraria. Dicho sea de paso, en una democracia es una absoluta vergüenza que un político con responsabilidades de gobierno utilice medios públicos, pagados por todos los contribuyentes, para intentar limitar la libertad de expresión de aquellos que no pasamos por su aro ideológico. Organismos como el CAC y como ese “Observatorio” de Colau son la versión progre de la vieja censura gubernativa de toda la vida. Mucho se dedican a criticar las formas dictatoriales del franquismo, pero al final las están reeditando, eso sí, con un nuevo disfraz para que no resulten tan cantosas. No cabe esperar otra cosa, me temo, de unos políticos que creen que el Estado -es decir, ellos- debe controlar toda nuestra vida y elegir por nosotros, desde la lengua en la que estudian los hijos o en la que rotulas tu negocio, hasta los valores e ideas que se le imparten a los niños en las escuelas, y ahora, también, las opiniones que podemos expresar en un blog como éste. Pues no, oiga: yo por ese aro no paso, no me da la gana.
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