viernes, 20 de octubre de 2017

Se tratará, de facto, de la destitución del «president», Carles Puigdemont

Con el adelanto de los comicios catalanes, el Gobierno despoja por la vía de los hechos al presidente de la Generalitat de la competencia exclusiva que posee.

Carles Puigdemont,
 
 
La celebración de elecciones autonómicas en Cataluña la próxima primavera supone, de facto, el relevo de Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat. Con el adelanto de los comicios catalanes, el Gobierno despojará por la vía de los hechos a Puigdemont de la competencia exclusiva que tiene el actual jefe del Gobierno autonómico para decidir cuándo serán las elecciones. «La facultad de convocar elecciones es del presidente hasta que deje de tenerla» había anunciado hace unas horas el coordinador nacional del PP, Fernando Martínez-Maillo.
Por tanto, la primera medida que emanará de la activación del artículo 155 de la Constitución representará la caída del president y posiblemente la de todo su Gobierno ya que para poder disolver el Parlament y llamar a las urnas a los catalanes ha de intervenirse también la logística que gestionan otras áreas del Gobierno, entre ella la de Interior y Seguridad.
La decisión, adelantada por ABC, se enmarca en el deseo de los tres partidos de restituir la legalidad en Cataluña cuanto antes en una intervención «muy limitada en el tiempo y en cuanto a las medidas, y que garantice la normalidad en los servicios públicos en Cataluña».
De hecho, tanto PP como PSOE y Ciudadanos creen que un adelanto electoral aliviaría la tensión actual y por esa razón le ofrecieron a Puigdemont hace tres días que adelantara la cita con las urnas a cambio de evitar la activación del artículo 155 de la Carta Magna. Sin embargo, el vicepresidente Oriol Junqueras ha insistido en las últimas horas en la negativa a cumplir esa petición del Gobierno. Consecuencia: será Rajoy quien las convoque.

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